Al final le ha llegado la hora a Jan Saudek, reconocido fotógrafo checo al que descubrí en Escocia, cuando me compré un pequeño librito de postales de este autor de la editorial Taschen.
La mayoría de sus fotografías se centran en la representación del desnudo -tema por el que, en general, se conoce a Saudek en occidente-, pero sus modelos no son atléticos hombres y estilizadas jovencitas. Salvo excepciones, los cuerpos que retrata son toscos y rudos, o bellos pero tan reales como los de los que observan sus obras. La sensación, pues, acostumbra a sugerir proximidad.
Al igual que nuestra Ouka Lele -ver recomendaciones anteriores- colorea a mano sus obras, por lo que el resultado final también provoca una sensación de irrealidad.
En fin. No está nada mal para alguien que, al parecer, escapó de un campo de concentración justo a tiempo de escabullirse de las garras del gabinete del doctor Josef Mengele, convirtiéndose con los años en el fotógrafo más reputado de Europa del este.
La mayoría de sus fotografías se centran en la representación del desnudo -tema por el que, en general, se conoce a Saudek en occidente-, pero sus modelos no son atléticos hombres y estilizadas jovencitas. Salvo excepciones, los cuerpos que retrata son toscos y rudos, o bellos pero tan reales como los de los que observan sus obras. La sensación, pues, acostumbra a sugerir proximidad.
Al igual que nuestra Ouka Lele -ver recomendaciones anteriores- colorea a mano sus obras, por lo que el resultado final también provoca una sensación de irrealidad.
En fin. No está nada mal para alguien que, al parecer, escapó de un campo de concentración justo a tiempo de escabullirse de las garras del gabinete del doctor Josef Mengele, convirtiéndose con los años en el fotógrafo más reputado de Europa del este.
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