La mañana de nuestra primer día completo en Estocolmo comienza con unas vistas de los canales, en especial desde el puente Skeppsholmsbron, del Parlamento, El Palacio Real y la plaza Stortorget del casco antiguo Gamla Stan. Mención especial merece la escondida escultura Järnpojke –niño de hierro– que solo mide 15 centímetros de altura, lo que la convierte en el monumento más pequeño de la ciudad y apuesto que de buena parte del mundo. Obra del escultor Liss Eriksson, como anécdota os diré que se inauguró en 1967, que como algunos sabéis, es el año en que nací.
Por último, acompaño fotos en la isla de los caballeros de la Riddarholmskyrkan –panteón de los reyes suecos– y alrededores, así como algunas vistas del Ayuntamiento al que acabamos desplazándonos después, por lo que en las últimas imágenes puede verse al fondo la torre de la Riddarholmskyrkan y el muelle desde el que había fotografiado el Ayuntamiento desde lejos poco antes.
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