La entrada de hoy está dedicada íntegramente al metro, que se dice que es la galería de arte más larga del mundo ya que son sus estaciones las que forman parte de la exposición. Con el calor que esos días hacía en Estocolmo, se agradecía que los pasillos estuviesen refrigerados, a veces más que los propios vagones.
Entre todas las estaciones que forman sus tres líneas –la verde, la roja y la azul– destacan las de T-Centralen, Kungsträdgarden, Radhuset, Solna Centrum, Thorildsplan y Stadion.
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