Amigos, vaya por delante que la infame Flesh Gordon (vista aquí) y la voluntariosa Flash Gordon (vista aquí) tenían su encanto. La una por otorgar una pátina de inocente erotismo festivo a las aventuras del personaje ideado para el cómic por Alex Raymond y la otra por intentar hacer una adaptación seria y respetuosa del mismo, con un reparto atractivo, un diseño de producción cuidado y una banda sonora que gracias a Queen obtendría fama internacional. Nada de eso se le puede aplicar a este truñaco titulado Flesh Gordon 2: Flesh Gordon Meets the Cosmic Cheerleaders, dirigido y coescrito por un Howard Ziehm que pretendió repetir el moderado éxito de la primera –aquí, además de realizador también coescribió su infecto guión– sin conseguirlo. Interpretaciones patéticas, efectos visuales de vergüenza ajena, humor escatológico sin gracia alguna y un erotismo muy light dieron como resultado una película olvidable a la que hoy dedico un espacio por mi incurable afán completista.
Y como re-bonus, el clip de la canción de los títulos de crédito, The all-american hero compuesta por Rod Knowlan y cantada por Terrea Lea Oster, una actriz y cantante californiana –en la cinta aparece unos segundos en un papel de relleno– que utilizaba el nombre artístico de Terrea Smith. Tiene un sonido tan de la época como el mullet del protagonista.
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