domingo, 1 de julio de 2018

Jurassic World: El reino caído (2018)


Amiguitos, ayer me dio por estar parte de la tarde con mi mujer –después del paso por un restaurante griego– al amparo del aire acondicionado de una sala comercial, mientras disfrutaba de un rato entretenido viendo Jurassic World: el reino caído. Protagonizada por Chris Pratt y Bryce Dallas Howard con el aporte fresco de Daniella Pineda, Justice Smith y la niña Isabella Sermon, para quien todavía no lo sepa a estas alturas os diré que nos cuenta como Claire Dearing –la gerente del parque hasta que se clausuró después de los sucesos narrados en la entrega de 2015 (ver aquí)– intenta sin demasiado éxito que el Gobierno otorgue fondos para salvar a los dinosaurios de la isla Nublar, ahora que un volcán en erupción amenaza con acabar con todos ellos. Por eso, cuando desde el entorno de Benjamin Lockwood –el científico que junto a John Hammond clonó al primer dinosaurio que dio origen al Parque Jurásico– se le ofrece a Claire la oportunidad de participar en una expdición de salvamento, esta no lo piensa dos veces y pone su empeño en convencer a un retirado Owen Grady para que la acompañe. Sin embargo, después de la primera escena y a poco que se hayan visto los tráilers de la cinta –y porque tampoco tiene nada de original, no nos engañemos–, cualquiera puede imaginar que el verdadero interés de los organizadores de la operación es menos altruista y dino friendly


Piltrafillas, no quisiera yo echar por tierra el estupendo trabajo de J.A. “Jota” Bayona y lo que supone que un joven realizador español triunfe internacionalmente arropado por nada más y nada menos que Steven Spielberg, pero si la primera entrega de la saga no me pareció gran cosa cinematográficamente hablando –ya sabéis, guión, interpretaciones y cosas de esas– aunque sí muy entretenida y palomitera, debo ser sincero con vosotros y admitir que me gustó mucho más que la que hoy me ocupa. Así que haceos una idea. Tras una estupenda primera parte cargada de acción, ritmo y adrenalina, Jurassic World: El reino caído entra en un desarrollo que pierde fuelle y que se alarga demasiado, caso de la persecución de los protagonistas por el indoraptor, por ejemplo. Bayona consigue llevar a su terreno la trama, pero en mi opinión no ayuda precisamente a la coherencia de la misma al convertir en puro cine de terror de monstruos –los reflejos en la pared de la habitación, la persecución por los tejados– a lo que era una película de dinosaurios y codicia humana. Ignoro si el catalán estará al frente de la tercera parte de la saga, pero coincido con algunos analistas que ya presagian que –a no ser que alguien lo estropee– esa puede ser la mejor de la trilogía, al menos con las pistas que se nos muestran al final de la cinta. En ese sentido, quizás sólo nos encontramos ante un título de transición. Eso sí, el almuerzo en la taberna griega y la compañía, fabulosos. Día salvado.

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