viernes, 25 de marzo de 2016

Batman vs. Superman: el amanecer de la justicia


Piltrafillas, ayer fui al cine con mi hija para ver Batman vs. Superman: el amanecer de la justicia. Y la verdad es que me arriesgaba bastante, porque el mismo día del estreno había escuchado una crítica que, no es que la dejase a la altura del betún, es que la ponía tres pisos por debajo. Decir que ese crítico vapuleaba el trabajo de Zack Snyder es poco. Por si eso no bastase, las imágenes de Batman embutido en esa armadura, presto a pelear con el hombre de acero, me traían recuerdos del Batman: The Dark Knight Returns de Frank Miller. Así pues, ¿iba a tragarme una película infame de la que posiblemente intuía el final? Quizás sí, pero es que, después de casi diecisiete años bombardeando a mi hija con hard rock y heavy metal, no he conseguido que –exceptuando alguna canción puntual– esa sea la música que le guste. Tampoco ha hojeado ninguno de mis numerosos cómics ni le ha dado por el cine surcoreano. En resumen, un desastre en lo que a transmisión de hobbies y conexión padre/hija se refiere. Sin embargo –oh, sorpresa– le encantan las películas de superhéroes Marvel. Leer sus historias no, pero las películas sí. Total, que ya hace tiempo que decidimos que iríamos juntos al cine a ver todos los estrenos de Iron Man, Thor, Los Vengadores, Capitán América, etcétera... Y lo sé, lo sé –estad tranquilos, que yo también crecí con DC–, Batman o Superman no son de Marvel, pero ¿qué más da?, son superhéroes. Por todo ello, pese a las críticas, porque en realidad no es por la película sino por el momento que vivo con mi hija adolescente –me queda poco para que deje de interesarle este acuerdo que tenemos– ayer me planté en el cine, me compré las putas palomitas, y me dispuse a ver esta Batman vs. Superman: el amanecer de la justicia


Y vista la película, debo deciros que no es una de las mejores de superhéroes que he visto, que dista mucho de tener el encanto de Watchmen –con la que conocí a Snyder– y que no se me hizo larga pero que le cortaría escenas que no aportaban nada –sobre todo las de la presentación de la Liga de la Justicia, un pegote que sobraba– y que restaban enjundia a la historia. Con lo de la foto de Wonder Woman ya había suficiente, por si el título Dawn of Justice no fuese lo bastante premonitorio, para anunciarnos la nueva saga de Warner Bros. No obstante, a mi me entretuvo, que es de lo que se trata. Y es que en otro tipo de películas soy mucho más exigente, pero –llamadme simple– en las de superhombres disfrazados de colorines y supervillanos histriónicos, busco valores diferentes. Y sí, hay escenas en las que se ve mucha imagen generada por ordenador, mucho barullo y demasiado ruido, pero en ese choque de titanes que es el leit motiv de la cinta no podíamos esperar una coreografía de ballet. Además, el miedo que tenía a imaginar el final no se vio refrendado por la realidad del guión. Atención, porque quizás os hago un spoiler, pero –pese a basarse sin duda en la antes mencionada The Dark Knight Returns–, el resultado de la batalla final es diferente porque resulta que Lex Luthor da vida a una criatura que es ni más ni menos que Dooms... en fin, me callo. En resumidas cuentas, que pasé un buen rato con mi hija, constaté que Ben Affleck es un gran Bruce Wayne y me comí unas palomitas deliciosas. Ahora, a esperar mucho más ilusionado Civil War y una Suicide Squad de la que me encantó el tráiler. 


Como bonus, una sensual foto de Gal Gadot, la nueva Wonder Woman, actriz israelí que en 2004 ganó el título de Miss de su país y a la que algunos ya conocéis por interpretar a Gisele Yashar en la saga Fast & Furious.

3 comentarios:

JLO dijo...

la vi y me pareció espectacular!!! película para grandes, sin ese humor tonto de Marvel.... es Batman y Superman!!! los dos mas grandes.... ni 300 ni Watchmen son tan grandilocuente como ésta y eso es decir mucho, a favor y en contra....

y además no dijiste si a tu hija le gustó! ja....

King Piltrafilla dijo...

Yo soy más de Batman que de Supermán... pero prefiero Marvel y su mezcla de acción espectacular y humor. Y sí, a mi hija le gustó.

ÁNGEL dijo...

¡Qué envidia me estás dando! (por las palomitas, digo).