Inauguro mis entradas cinematográficas de este domingo con Arabella, l’angelo nero, la historia de una joven ansiosa de sexo que se inicia cuando esta entra en una mansión abandonada que es un antro de perversión para dejarse violar por dos tipos. Pero entonces llega la policía para llevar a cabo una redada, a ella la detienen y acaba siendo violada por uno de los agentes. A todo esto, la mujer ha sido seguida por un detective que la ha fotografiado desde su llegada a la mansión. Total, que una vez puesta en libertad nos enteramos de que Arabella es la esposa de Francesco, un escritor parapléjico que la trata de manera bastante despectiva.
Amiguitos, dirigida por un tal Stelvio Massi a finales de los 80, esta Arabella, l’angelo nero es un casposo thriller erótico con interpretaciones patéticas entre las que destaca en negativo la de la protagonista, Tini Cansino –una ¿actriz? griega llamada en realidad Photina Lappa- como atormentada ninfómana. Su contribución en esta cinta –basada en mohínes y carne- es de juzgado de guardia, para encerrarla y tirar la llave. El infame argumento tampoco se salva, siendo hilarante en muchos momentos, no por el humor de los diálogos sino porque el realizador pretende tomárselo en serio y recubrirlo de dramatismo cuando ya he dicho que la encargada de ello es la incapaz Cansino. En resumen, un giallo de serie Z de muy previsible final que sólo puedo recomendar a completistas de lo friki o para reuniones de amigos cerveceras en las que el objetivo es diseccionar y destrozar una cinta de lo más cutre.
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