domingo, 23 de octubre de 2011

Ferozz


Y tras el estreno comercial palomitero y el de cine de autor, llega al blog mi reseña bizarra de la semana, la cubana Molina’s Ferozz, o lo que es lo mismo, la visión salvaje y sexual de Caperucita Roja desde el punto de vista del realizador Jorge Molina, un friki cinéfilo enamorado como nosotros de los trabajos de Jesús Franco, del giallo, del gore y del erotismo de las obras de Borowczyk que en este primer largometraje de su autoría se adentra en el territorio del retrato de la falsa inocencia –un poco como la Lolita de Nabokov- en un entorno agrario en las montañas de la costa suroriental de la isla de Cuba cargado de sexualidad en el que no falta el incesto, la zoofilia, el onanismo y todo tipo de bajas pasiones, bajas no por lo deleznable sino por lo básicas que son en lo que a esencia del ser humano se refiere. La historia que nos cuenta Ferozz es la de la joven Miranda y la de su madre viuda Dolores, a quienes ayuda en sus quehaceres el fornido Inocencio, cuñado de la segunda. Todo ello no dejaría de ser algo normal que no tendría porque dar problemas si no fuese porque madre e hija –aunque de diferente manera- desean a Inocencio.


Sumadle a eso Zulma la abuela de Miranda, suegra de Dolores, una despreciable mujer sin corazón que tuvo un hijo deficiente con Lucio, su hijo fallecido y padre de Miranda. Años atrás, mientras el matrimonio, la abuela y el bastardo vivían en la misma casa, la vieja se ocupó de humillar y hacer la vida imposible a todos cuantos la rodeaban hasta que –la noche en que Lucio falleció después de que esta le obligase a violar por segunda vez a su esposa- un rayo la dejó impedida. En ese entorno, al amparo de su tío Inocencio y bajo el temor al cagüeiro -ser legendario de la Sierra Maestra cubana- se desarrollan los 70 minutos de una historia en la que somos testigos del despertar de Miranda al mundo adulto. Amiguitos, este año también se ha estrenado una revisión del cuento de Perrault -suavizado tiempo después por los hermanos Grimm- protagonizada por Amanda Seyfried, pero me da que esta interesante Ferozz se lleva la palma en cuanto a fiel –si se puede decir así- al original. Por lo tanto amiguitos, os recomiendo su visión, ya sea como ejemplo del nuevo cine cubano como en el aspecto del retrato de los mitos de culturas indígenas o simplemente como muestra de cine de alto voltaje erótico con tintes gore. Luego no digáis que no la conocíais.