Piltrafillas, antes de proceder al doloroso momento en el que desde esta ventana le muestro al mundo el patético dato de mi sobrepeso, debo confesaros que para celebrar el éxito –moderado pero éxito al fin y al cabo- del pasado fin de semana, me regalé una comida de domingo a base de fajitas de pollo gratinadas –yo les echo por encima un baño de crema de leche mezclada con salsa verde picante y abundante queso rayado-, patatas chips y media botella de Albariño que se sumó a una copa de vermout y otra de ron. Eso sí, por la noche cené un par de mandarinas. Total, que como podéis suponer, por mucha bondad que haya hecho durante la semana no esperaba gran cosa de la dieta. Aún así he perdido 400 gramitos por lo que –con más moral que el Alcoyano- sigo a régimen. Eso sí, hoy he estado de celebración familiar y han caído cortezas, galletitas saladas, snacks diversos, minibocatas de chorizo, cervecita y pastel de aniversario en casa de un sobrino así que la semana no podía comenzar peor para mi control de peso.
domingo, 29 de noviembre de 2009
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3 comentarios:
Anímese. Si fue capaz de dejar de fumar podrá con esto!
No se crea, esto es mucho peor que dejar el tabaco, se lo digo yo.
Una alegría hombre, que nos la merecemos poerque si hemos de confiar en otros que yo me sé.......
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