Como hace mucho que no hablo de un dibujante de historietas, os voy a presentar ahora al barcelonés Josep Maria Beroy, a quien descubrí en la revista Cimoc –esa pieza clave de la historia de los comics de nuestro país que durante toda la década de los 80 y parte de los 90 hacía que una vez al mes me pasase por el kiosco para algo más que comprar el periódico- y que tanto me gustaba. Más tarde, con el declive del comic europeo, comenzó a dedicarse a la ilustración de historietas infantiles en diversos suplementos de periódico e incluso hizo una incursión –con poco éxito- como dibujante para DC. Yo le sigo recordando con admiración.
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