viernes, 17 de julio de 2009

Ellos robaron la picha de Hitler





Amiguitos, exactamente cuatro meses después de presentaros a Pedro Temboury -fue el día de mi cumpleaños- regreso hoy con su Ellos robaron la picha de Hitler, una nueva frikada perpetrada con alevosía por este tipo extraño. Lo cierto es que las críticas que había leído sobre la película –algunas opinaban que llamarla así ya era un sacrilegio- eran demoledoras, lo que no hacía otra cosa que acrecentar mi interés. Así que he afrontado la visión de la cinta con la idea de que no debía esperar nada bueno de ella. Eso amiguitos siempre es una buena jugada ya que si la obra es basura uno siempre puede decir que iba avisado y si tras disfrutarla (¿?) resulta que se advierte algún detalle positivo por nimio que sea siempre se puede extraer de ello que ha servido de algo invertir el tiempo en verla. Total, que he asistido al hallazgo por unos trabajadores turcos del pene incorrupto de Adolf Hitler, al viaje que cuatro malagueños skinheads emprenden a Berlín –por orden del Dr. Weissmann- para hacerse con el miembro del führer y a la oposición que encontrarán de parte de una sociedad secreta de amazonas que abogan por la destrucción del hombre. El argumento es bizarro –no me lo negaréis- y prometía diversión de bajo nivel intelectual.




¿Y cual es mi veredicto entonces?, pues que Ellos robaron la picha de Hitler es precisamente lo que se espera de ella, una estupidez como un piano, una película casposa y absurda, una cinta de serie Z que merece un lugar honorífico en el palmarés de las peores obras del cine mundial, una película que –aún teniendo una apariencia más profesional que la anterior fechoría de Temboury, la infumable y casera Karate a muerte en Torremolinos, gracias al dinero de ilusos productores- se caracteriza por unas actuaciones de verdadera pena, unos encuadres de principiante y un montón de chistes malos como la escena inicial del albañil turco llamando a sus compañeros, uno Donner y el otro Kebab o la del director del museo llamando a sus empleados, el uno Klaus y el otro Kinsky. Lo dicho, patético. Deciros por último que la cinta cuenta con la actuación del Tío Jess –realizador fetiche del friki Temboury- y de la guapa Silvia Superstar, la rockera gallega a la que ya hemos visto en pantalla protagonizando Killer Barbys, otro hito del cine casposo del que también os he hablado en este blog. Que tengáis un buen fin de semana. Mañana, más.

3 comentarios:

nexus6 dijo...

Me ha hecho pensar en otra película: "Sexykiller" de Miguel Martí. ¿La ha visto? No recuerdo la reseña en su blog...

Sino la ha visto se la recomiendo encarecidamente. Es mala, freak y muy divertida! Yo lo pasé cañon cuando la ví. Pero lo cierto es que estaba solo en la sala...


PD: no confundir con "Sexy Killers (Candy Stripers)" de Kate Robbins

King Piltrafilla dijo...

He estado tentado muchas veces, pero lo cierto es que me he echado atrás ante la idea de que sea "demasiado friki". Pero nada hombre, si usted me la recomienda, la buscaré.

nexus6 dijo...

¿"Demasiado friki"? Me sorprende usted!
Pero si el 80% de las películas que comenta en su blog, diría que forman parte de esta categoria...
:-p