Ayer leí que Elena Ochoa -esposa del arquitecto Norman Foster con un pasado de sexóloga televisiva en nuestro país- está a punto de inaugurar sala de arte en Madrid. Así me he enterado de que la primera exposición se la dedicará al fotógrafo checo Miroslav Tichy y me he dicho ¿quien será este tipo? Amiguitos, a mi los Foster –dejando a un lado su talento e inteligencia- me han parecido siempre unos intelectuales pedantes y elitistas pero con esta exposición, Lady Foster se lleva la palma.
Veréis, resulta que el bueno de Miroslav es un viejo excéntrico o enfermo que construye cámaras fotográficas con elementos que encuentra en la basura, toma instantáneas de manera compulsiva –hasta cien diarias durante más de treinta años, sobre todo a mujeres- y es considerado un homeless demente por sus conciudadanos. Dicen que estudió en Praga y –por oponerse al regimen comunista- pasó gran parte de su vida en cárceles y centros psiquiátricos de reeducación. Tiene más de 80 años. Los entendidos dicen que su obra, si bien no goza de perfección técnica, tiene gran interés debido a la ingente cantidad de imágenes que atesora.
En fin, las fotos de un voyeur psicótico con síndrome de Diógenes elevadas a ARTE para entendidos de la alta sociedad de la cultura, estanque en el que nada desde hace un tiempo la psicóloga gallega. Pero todo cuanto acabo de escribir es puro subjetivismo, claro... ¿y si estoy equivocado amiguitos?
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