Estamos de aniversario

Bueno piltrafillas, ya estamos aquí de nuevo... 4 años después. Sí amiguitos, es día 15 de Febrero y mis patéticas reflexiones cumplen años. La aventura la empecé tiempo atrás, diseñando mi propia página. La web inicial –de hosting gratuito- comenzó perteneciendo a Wanadoo, para pasar luego a formar parte de Orange. Pero la capacidad de alojamiento era muy limitada, tanto que de hecho llegué a tener cuatro webs diferentes entrelazadas para dar la sensación de una sóla. Sin embargo, el verano pasado decidí mudarme y cambiar la libertad de diseño que me daba mi página por la capacidad infinitamente superior de alojamiento, presencia en los motores de búsqueda y rapidez de acceso que Blogger me ofrecía. Así pues, en Julio pasado inicié la titánica migración... reescribiendolo todo entrada a entrada. Todo un avance amiguitos, aunque a nivel general... ¿han cambiado mucho las cosas?
Veamos. Mi mujer sigue sin entrar en el blog –de hecho, dudo que sepa ni tan solo la dirección- y mi hermana –la que vive en Alemania, de quien ya os he hablado en muchas ocasiónes- la ha leído alguna vez, hace un año o dos, aunque le dio pereza comunicármelo. Quien sí entró en una ocasión –oh sorpresa- fue mi madre. Lo que pasa es que para enterarse de lo que su hijo hacía tantas horas ante el ordenador –mi mujer a veces no se puede estar callada- no se le ocurrió otro espacio mejor para visitar que el de las recetas de cocina. El día en que –como quien no quiere la cosa- me contó que había entrado en mi página, me soltó literalmente “a mis años ya no me escandaliza nada, pero no creo que ver vaginas al lado de recetas de ensaladas sea digno de encomio”.

Total, que este blog –el del King Piltrafilla- sigue siendo un mero divertimento para éste que escribe, una especie de terapia, un diván virtual de psicoanálisis que me distrae y relaja después de horas de trabajo y las únicas opciones que tengo son sentirme a) ignorado, o b) denostado por mi propia familia. Por suerte, este último año he descubierto que hay quien me lee y se distrae con mis cosas. Algunos –uno o dos- incluso tienen a bien comentarme sus impresiones. Gracias por ello, de verdad.

Por otra parte existe el foro de la Comunidad de los piltrafillas, un espacio de debate que se inició con tres usuarios –todos ellos proveníamos de otro foro dedicado al heavy metal que se alojaba en la web de un canal televisivo de Barcelona hoy desaparecido- y que cuenta en estos instantes con cinco o seis participantes habituales. Después de tantos años... como para tirar cohetes, vamos, pero aquí seguimos. En fin, lo dicho, que cumplimos años piltrafillas. Y, bueno, eso es todo cuanto quería compartir con vosotros. Es lo que hay.... hasta que se acabe.