Hace un par de semanas os hablé del primer disco de Scorpions, el único en el que Michael Schenker formó oficialmente parte de la banda antes de unirse a los UFO, donde cimentaría su leyenda. Pues bien, cuando dejó a la banda del OVNI para iniciar su carrera en solitario, su segundo álbum –también tengo el primero pero ya estaba pillado aquí– fue este titulado sencillamente MSG. Evidentemente, en UFO se había labrado una buena reputación como guitarrista, pero fue a partir de este disco –gracias al que le conocí y escuché por primera vez, aunque el primer disco que compré fue Built to destroy– cuando alcanzó el grado de icono de la guitarra. Además, para este “robó” a sus antiguos compañeros al estupendo teclista y guitarrista Paul Raymond. La formación se completaba con el vocalista Gary Barden –el mismo de su debut– con la adición de Chris Glen al bajo y el fantástico Cozy Powell a la batería.
Grabado en los AIR studios entre Londres y Montserrat –no la montaña barcelonesa sino la isla caribeña– con Ron Nevison a los controles y con portada de TCP sobre fotografía de Brian Aris, el track list fue:
A
Ready to rock
Attack of the mad axeman
On and on
Let sleeping dogs lie
B
But I want more
Never trust a stranger
Looking for love
Secondary motion
Vaya por delante que me parece que en este disco no hay un tema malo, se trata –en mi opinión– del mejor o de uno de los mejores de la carrera en solitario del pequeño de los Schenker junto con el mencionado Built to destroy y Assault attack, ambos comentados por este que escribe aquí y aquí. El disco comienza con Ready to rock, un hard rock directo y machacón que sienta las bases del álbum preguntando Are you ready to rock? Es el tema más corto del disco y viene seguido de Attack of the mad axeman, uno de los highlights del álbum, con una parte central melódica que es puro UFO de mediados de los 70, justo antes de la explosión de energía que supone su estupendo solo. Con una fabulosa introducción de Raymond entra On and on –otro temazo–, con diversos cambios de ritmo, bajo y bateria estupendos, un Gary Barden que se sale y un trabajo de guitarra inspiradísimo. Y finaliza la cara con otro imprescindible, Let sleeping dogs lie, un tema en el que se lucen todos los miembros del grupo destacando Michael nuevamente. Sin duda, la situación personal, el uso de sustancias o la estabilidad emocional de Schenker en ese momento no sé si era la mejor de su vida, pero creativamente y como instrumentista estaba tocado por la mano de Dios.
La cara B se inicia con But I want more, el tema más largo del álbum, otra preciosidad en la que toda la banda se luce. La emotiva balada Never trust a stranger es otra heredera del sonido UFO más melódico y contiene uno de los solos más bonitos de Schenker. Para compensar, la alegre y rítmica Looking for love –también con reminiscecias del OVNI– viene a levantar un poco los ánimos, con sus coros y otro enorme solo de guitarra. Cierra el vinilo la no menos estupenda Secondary motion, otra mezcla de melodía y energía guitarrera con un final delicado.
Supongo que la mayoría conoceréis este disco. Si no es así, hacedme caso –esta vez más que nunca– y escuchad con atención todas y cada una de las canciones que lo componen. No os arrepentiréis.
En resumen, un disco imprescindible para escuchar una y otra vez sin
descanso y con una enorme sonrisa en la cara. Con él despido mis
colaboraciones de este curso y espero volver a daros la chapa tras el parón
veraniego.
¡Feliz descanso!
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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