Siguiendo con los paseos por Tallin entre llovizna y llovizna hoy
os acompaño fotografías de la Raeapteek –la farmacia más antigua de
Estonia y de las primeras de Europa–, la cervecería Beer House –muy buenas sus Gold, Premium y Dunkel, así como su oreja frita–, el Pasaje Katarina con sus talleres
de artesanía y restaurantes y la iglesia ortodoxa de San Nicolás, más
humilde que el imponente edificio dedicado a Aleksandr Nevski pero con un
interior que me pareció muchísimo más bello en su sencillez. Una vez más, debido
a la prohibición de tomar imágenes fotográficas o de vídeo no os lo puedo
mostrar. Completa la serie una foto del Hotel Viru –interesantísima su
historia, mañana os contaré un poco– y del edificio de la
Ópera Nacional después de un diluvio con viento que nos pilló
desprevenidos haciendo inservibles esos débiles y pequeños paraguas plegables
que algunos llevamos cuando amenaza lluvia y que a la hora de la verdad le dejan
a uno tan empapado como si no los llevase.
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