domingo, 31 de marzo de 2019

Savage beach (1989)


Piltrafillas, hacía tiempo que no os hablaba de Andy Sidaris y otra de sus películas de la serie Triple B –bullets, boms & babes, aunque hay quien dice que la tercera B es para boobs– rodadas con amiguetes recurrentes al más puro estilo Santiago Segura –como su actor fetiche Rodrigo Obregon, algo así como lo que Antonio Mayans fue para nuestro Jesús Franco– y numerosas playmates que aparecían en casi todas sus cintas, a veces en un mismo papel y otras a cargo de personajes distintos. Será por eso que en el fondo casi siempre parece que uno está viendo la misma película de acción, con agentes del gobierno femeninas, algunas explosiones, desnudos gratuitos y un trabajo de interpretación pésimo. Debo confesar que los guiones, sin ser nada del otro mundo, me acostumbran a parecer entretenidos. Sin embargo, no ha sido el caso de Savage beach, la película que hoy os presento y que viene a formar parte de la mencionada serie de 12 que rodó entre los 80 y los 90, de las que me propongo completar sus reseñas. Así pues, dirigida y escrita por el orondo realizador de Chicago, Savage beach cuenta con Dona Speir y Hope-Marie Carlton como pareja protagonista llevando a la pantalla a Donna y Taryn, dos agentes federales de la Drug Enforcement Division con sede en Molokai que, después de desbaratar los planes de unos traficantes, son requeridas para llevar en avioneta un cargamento de medicinas hasta Knox Island. 


De regreso a la base, una tormenta hará que tengan que tomar tierra en una isla aparentemente desierta en medio del pacífico de la que no podrán salir. Por otra parte, un representante del gobierno de Filipinas que trabaja junto a la Marina norteamericana para localizar un cargamento de oro que fue robado a su país por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial es seducido por una mujer que trabaja para unos criminales que también van detrás del oro. Todos acabarán en la misma isla en la que Donna y Taryn se han refugiado y descubrirán un secreto que se oculta en ella. En fin amiguitos, como ya os he dicho antes, Savage beach no se encuentra entre los mejores títulos de la serie Triple B y es un mero vehículo para el lucimiento de una Dona Speir más sosa que de costumbre y de la sensual Teri Weigel –una playmate que encauzó su carrera hacia el porno– en su único travajo con Sidaris, además de otros habituales como el rubio Bruce Penhall o la sexy Patty Duffek. Total, un producto para completistas muy fans de Sidaris

De Duffek y Weigel son precisamente las bonus pics que adjunto. Feliz domingo.

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