Escape from Ensenada (2017)

Piltrafillas, si os soy sincero, esta Escape from Ensenada –conocida también como California dreaming– tenía a priori muy mala pinta. Un argumento manido y un elenco en el que el único conocido era Louis Mandylor, cuyo mayor mérito es ser hermano de Costas Mandylor, no era precisamente algo que me llamase la atención. Sin embargo, había caído en mis manos esta copia y –sorprendentemente– las críticas no eran todo lo devastadoras que cabría esperar. Había incluso quien decía que se trataba de un homenaje a las películas de Andy Sidaris. Pues bueno, seguramente Andy se retorcería en su tumba de haber escuchado soberana chorrada, pero el resultado –siempre y cuando uno no espere demasiado de la cinta– no es tan zafio como temía. A quién quiero engañar, amiguitos. El resultado es patético. 

Dirigida por Brandon Slagle y protagonizada principalmente por el mencionado Mandylor y las jóvenes Bronwyn Carrie-Wilson y Devanny Pinn, lo que nos cuenta la película es como Lyndsey –una adolescente rica y malcriada que acaba de cortar con su novio– y Jenna, su compañera del instituto, son raptadas cuando disfrutan de unas vacaciones en Ensenada, Mexico. Lo que no saben los traficantes de mujeres que las tienen cautivas y que pretenden venderlas a una red europea es que Jenna es una estudiante de intercambio sudafricana con padre militar, entrenada en la lucha cuerpo a cuerpo y con armas de fuego. En resumen, que no puedo mentiros. Escape from Ensenada es inverosímil, está mal rodada, mal interpretada... es, en definitiva, una puta basura. No sé ni qué coño hago hablándoos de ella.