Pues bien, amiguitos, un 6 de diciembre más celebramos el Día de la Constitución, una efeméride que sirve para que a algunos se les llene la boca de soflamas patrióticas y la inmensa mayoría de los españoles que tenemos la suerte de no estar parados nos lo tomemos como una fecha festiva más en la que no aparecer por el lugar de trabajo. Así que hoy, tanto para unos como para otros, para los que están convencidos de que una ley que nació poco después de una dictadura con voluntad de tapar heridas –no de curarlas o cicatrizarlas, que eso ya sabemos que no ocurrió nunca– tiene que actualizarse sin demora y para los que se la toman como algo eterno e inamovible, voy a comentaros algunos datos que desde la objetividad pretenden que los que repiten hasta la saciedad que “la votamos todos los españoles” se den cuenta de que quizás sea verdad para la mayoría de los de entonces pero que tal afirmación se ajusta poco a la realidad actual.
El referéndum sobre el Proyecto de Constitución se llevó a cabo en 1978, por lo que pudieron votar los mayores de 21 años. Eso significa que hablamos de personas que hoy tienen más de 59 años, o sea, poco más de 11 millones de los 42 –en numeros redondos– de los españoles que en la actualidad aún viven. La participación en la cita ante las urnas de aquel 6 de diciembre fue del 67% y votó a favor una aplastante mayoría del 92%. Total, que aproximadamente 6.800.000 de los actuales 42 millones de españoles votaron SÍ a la Constitución. Eso significa que, esta Ley que “nos representa a todos” contó con el apoyo de poco más del 16% de la población de 2016.
Quizás va siendo hora de hacer una reforma que de verdad cuente con el respaldo de la sociedad española del siglo XXI que no tiene tan presente una guerra civil y una dictadura como para agarrarse a un clavo ardiendo a cambio de pasar página. A lo mejor así nos olvidamos de ciertos estereotipos y nos damos cuenta los de uno u otro color político que ser republicano no significa per se ser de izquierdas y que ha llegado el momento de cuestionarse ciertas cosas ¿o es que en serio se cree alguien que es normal en nuestros días que un cargo público pase de padres a hijos sin que la población tenga nada que decir a la hora de pronunciarse sobre la correcta ejecución del cargo? Hala piltrafillas, pasadlo bien.
2 comentarios:
Me imagino una música de Rammstein como fondo del artículo, mientras el énfasis y el volumen del locutor va subiendo a medida que avanza en su lectura.
Pues no, es más Manowar :)
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