Amigos, en los 80 fui un seguidor de los norteamericanos Giuffria, tanto que –cuando tuvieron sus problemas con MCA y tuvo que venir Gene Simmons a socorrer a su amigo Gregg– también me hice con el debut de House of Lords. Años más tarde, este White hot cayó en mis manos por 8 euros. En seguida relacioné a la banda con Giuffria porque en todas las biografías de su teclista y fundador se hacía mención a Angel, así que me lo tomé como la oportunidad de poseer un vinilo que faltaba en mi colección y escuchar al Gregg Giuffria setentero del que había leído pero nunca escuchado cosa alguna. Haciendo un poco de historia os diré que Angel se habían formado en Washington DC en los años 70 por Punky Meadows y Mickie Jones, guitarrista y bajista respectivamente. Había sido precisamente Gene Simmons de KISS quien los había descubierto –de ahí su amistad con Gregg– y había propiciado su fichaje por Casablanca records con la correspondiente grabación de su debut homónimo. La verdad es que nunca llegaron al estrellato e incluso tuvieron que bregar con el desprecio de parte de la crítica y la indiferencia generalizada de los medios. Mirad cómo de traumática sería la experiencia que, cuando Meadows dejó el grupo, se montó un centro de bronceado en un pequeño pueblo de Virginia y vivió totalmente apartado del negocio. Aún así, fueron capaces de grabar tres álbumes de estudio con la formación original y un par más con algunos cambios de formación (existe un sexto elepé grabado bajo el nombre de Angel que sólo tiene en sus filas ya al vocalista y al batería del line up original). Este que hoy os presento y que es –de momento– el único que tengo de la banda es su cuarta obra titulada White hot. Y creedme, pese a que quizás no los conozca ni el tato, eran estupendos. Grabado en The record plant de Nueva York con Eddie Leonetti a la producción, contó con la participación del mencionado Punky Meadows a las guitarras, Frank DiMino a las voces, Barry Brandt a la batería, Gregg Giuffria a los teclados y sintetizadores y Felix Robinson al bajo substituyendo al fundador Mickie Jones.
Los temas que se podían escuchar al sacar el vinilo de la llamativa funda ilustrada por David MacMaken eran:
A
Don’t leave me lonely
Ain’t gonna eat out my heart anymore
Hold me, squeeze me
Over and over
Under suspicion
B
Got love if you want it
Stick like glue
Flying with broken wings (without you)
You could lose me
The winter song
El disco comienza con unos bonitos teclados de Giuffria, que también tiene protagonismo a lo largo de Don’t leave me lonely, una preciosa muestra de rock melódico elegante que precede a Ain’t gonna eat out my heart anymore, tristemente el único Top 50 hit de la banda. Y digo tristemente porque en realidad no es una composición suya sino una versión del single de debut de los The Young Rascals. Es un pop rock sesentero simpático pero carente de complicación que, sin embargo, encantó a los seguidores de la banda mucho más que sus propios temas. Lo dicho, triste. Muchísimo mejor es la siguiente Hold me, squeeze me, un hard pop rock setentero con coros y pinceladas prog por cortesía de Gregg Giuffria y un buen trabajo de guitarras de Meadows. Over and over es un hard rock a lo Cheap Trick y Under suspicion, con la que finaliza la cara A, se acerca más al prog rock.
Sonidos psicodélicos de sintetizador dan comienzo a la original Got love if you want it y luego llega una poco remarcable Stick like glue que, con su piano y los coros del estribillo me recuerdan a Nothing to lose de KISS. Flying with broken wings (without you) es un tema lento cuyo sonido y voces beben del pop rock sesentero de los Beatles. Se trata de una baladita que coge fuerza hacia el último tercio de la canción y precede a You could lose me, un hard rock zeppeliniano con arreglos de sintetizador muy interesantes. Gran tema. Finaliza el álbum The winter song, una preciosa canción con gran presencia de los teclados de Gregg que no hace otra cosa que dar la razón a todos cuantos han convertido a los infravalorados Angel en un grupo de culto. Buenas melodías, ritmo y solvencia instrumental caracterizan sus trabajos. El por qué estos tipos no consiguieron el estrellato es algo que se me escapa. Y es que, como pasa en la vida, no siempre alcanzan la cima los mejores.
¡There’s a feeling in the air, amigos, disfrutad de ello y feliz viernes!
Por cierto, aunque no venga a cuento, deciros que tras décadas de alejamiento del mundo de la música, este año ha editado álbum Punky Meadows –recuperando a su compañero Felix Robinson al bajo– y debo deciros que el resultado es más que satisfactorio para un tipo que regentaba un salón de bronceado.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en ffvinilo.blogspot.com
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