Amiguitos, el período vacacional es poco propenso tanto a mi dedicación a escribir entradas en este blog como a la vuestra por leerlas. Es por ello que, durante un tiempo, he decidido echar el freno. Así, hoy me limitaré a reseñaros el thriller One on one, lo último escrito, dirigido, producido y fotografiado por el surcoreano Kim Ki-Duk. La historia –dos horas de metraje, larga para no tener acción y apenas un puñado de intérpretes– nos cuenta como el asesinato de una colegial es el detonante para que unos aparentes terroristas de extrema derecha emprendan tiempo después la implacable caza de los responsables del crimen. Cuando Oh-hyun es liberado tras ser torturado y decide alertar a sus compañeros y superiores, descubrirá que no es el único al que le ha ocurrido eso y que alguno de los involurados incluso se ha quitado la vida al no poder soportar el peso de la culpa. Entonces toma la determinación de castigar a los responsables de su secuestro. Mientras, no todos los miembros de la organización terrorista se sienten cómodos llevando a cabo el plan diseñado por su líder, un hombre amargado y violento.
Otros títulos del director reseñados en este blog:
La isla (aquí)
Bad guy (aquí)
Samaritan girl (aquí)
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