Piltrafillas, tras mi experiencia lisérgica con el cine de Michel Ricaud, cambio por completo de registro y me decido por disfrutar de uno de los estrenos palomiteros del año más esperados por este que os escribe desde que en internet se filtraron las primeras imágenes del rodaje. Espero que a estas alturas todos conozcáis ya al antiguo policía Max Rockatansky, el protagonista de la trilogía dirigida por George Miller entre finales de los 70 y mediados de los 80 del siglo pasado que transcurría en un polvoriento futuro distópico en el que lo que quedaba de la humanidad luchaba por el petróleo. Pues bien, treinta años después –se dice pronto, amiguitos–, el director, guionista y productor que en los últimos tiempos se había volcado en la animación, retoma su personaje cambiando a Mel Gibson por Tom Hardy, y nos ofrece una nueva entrega de las aventuras postapocalípticas del bueno de Max, esta Mad Max: Fury road.
En ella, un Max agobiado por los fantasmas del pasado, deambula en solitario por desérticos parajes a bordo de su Interceptor cuando es secuestrado por los guerreros de la ciudadela de Immortan Joe, un tirano al que la Emperatriz Furiosa al volante de su War Rig –impresionante Charlize Theron– arrebata un gran tesoro. Immortan Joe y sus hordas correrán tras ella sin imaginar que el destino la unirá a Mad Max, quien acabará ayudándola en su búsqueda de la Tierra Verde. Desmesurada, salvaje, adrenalínica y muy entretenida, Mad Max: Fury road está llena de personajes grotescos como el mismísimo Immortan Joe, sus hijos o las mujeres vaca de las que se alimentan. Además, la cinta cuenta con unos inverosímiles vehículos, mezcla de custom hot rod y autos locos que nos ofrecen escenas espectaculares de persecuciones y luchas sobre ruedas a través del polvo del desierto. La tensión es continua a lo largo de toda la película y aunque si te paras a pensar, uno no ha vista nada del otro mundo porque en las casi dos horas de película casi no pasa nada argumentalmente hablando –unos se escapan, otros les persiguen, se pelean todos y unos ganan–, lo cierto que que el espectador acaba metiéndose en la historia de tal manera que termina exhausto. ¿Un guión profundo y enrevesado?, para nada. Eso sí, Miller nos regala toneladas de violencia, llamas, gasolina, metal, óxido, sangre y sudor... y eso mola.
Otro aliciente de esta entrega en la que, para ser sinceros, Hardy tiene poco peso –Theron, los personajes secundarios y las espectaculares escenas de acción se lo comen– es la presencia de modelos de Victoria’s Secret como Rosie Huntington-Whiteley, Abbey Lee o Riley Keough.
Como bonus, os acompaño un par de vehículos de los que aparecen en la película y que utiliza Immortan Joe para perseguir a Max y Furiosa.
2 comentarios:
No me habían hablado muy bien de ella, la verdad, demasiada explosión y efectos y un guión completamente inexistente. No creo que vaya al cine a verla, esperaré a verla 'por otros medios' porque soy fan desde siempre pero no me gasto los cuartos en ver un despliegue de efectos digitales sin más.
Lo siento King je,je
No lo sientas, opino igual que tú. De hecho, no dices nada que no explique. En efecto, no hay guión y -casi- ni historia. Pero es entretenimiento puro. La verdad es que en pantalla grande debe ganar, pero yo tampoco he ido a una sala a verla. Y Charlize está preciosa con el pelo rapado jajaja
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