domingo, 31 de mayo de 2015

Super Gun Lady


Mi primera reseña de este fin de semana se la dedico a Super Gun Lady, una mezcla de pinku eiga y película policíaca de finales de los 70 dirigida por Chûsei Sone y protagonizada en los papeles femeninos principales por Emi Yokohama y Kaoru Janbo como Mika y Rin, respectivamente. Basada en un cómic, el argumento nos cuenta la historia de Mika Hino y Rin Kagura, dos policías de la sección 82 de la Policía Metropolitana de Tokyo, un grupo especial que acostumbra a utilizar métodos violentos y expeditivos, conocido entre sus compañeros como la brigada del cocodrilo. A la joven Mika le ordenan vigilar a Bunzô Tajima, uno de los altos ejecutivos de Daiwa Shoji, una empresa que hace años que firma contratos con el Gobierno y está relacionada con un turbio caso de corrupción política. Pero Tajima es asesinado casi ante los ojos de Mika sin que esta se dé cuenta. Para la prensa y la opinión pública se trata de un suicidio, pero esa no es la realidad. Así pues, a la sexy Mika le asignan una compañera –Rin, una agente malcarada y peleona– y la misión de descubrir quién está tras el asesinato del directivo. La pareja descubre que Eji Sawa, el joven musculoso amante de Tajima, pretende chantajear a Sôichiro Takebe, el vicepresidente de la empresa. Sawa quiere pedirle dinero a cambio de no divulgar su secreto, el episodio de una violación cometida durante la guerra. Pero tras hablar con las agentes, un par de sicarios le asesinan. Mika y Rin persiguen a los criminales y llegan hasta la sede de un grupo nacionalista de extrema derecha relacionado con el Naichô, el servicio de inteligencia nipón, cuyo jefe político es Masato Amamiya, un hombre corrupto a sueldo de Sôichirô Takebe. Sin embargo, la operación se tuerce y los paramilitares atacan a las policías logrando apresar a Mika, a la que vejan, golpean y drogan para sacarle información. 


Amiguitos, Super Gun Lady es uno de esos ejemplos de cine japonés de los años 70 en los que el género pinku se mezclaba con tramas violentas en las que el protagonismo se lo llevaban jóvenes mujeres con fuerte personalidad. Así, pese a tratarse de productos de pura sexploitation que mostraban desnudos gratuitos, las cintas de esa categoría tenían al frente a chicas que no eran meros objetos de decoración, sino todo lo contrario. Con un inicio espectacular –eso sí, estamos en 1979, no esperéis efectos visuales o imágenes CGI-, ya en los títulos de crédito se nos deja claro qué tipo de película vamos a ver. Adaptación de un manga creado por Tôru Shinohara, el desarrollo de Super Gun Lady –una película entretenida y de lo más recomendable, ya os lo avanzo– tiene como punto negativo un tempo desigual con algunos pasajes faltos de ritmo que se alternan con escenas de acción, imágenes de desnudos y algunos momentos extremadamente violentos e incluso desagradables por lo que a humillación femenina se refiere. Ejemplo de ello es la escena –algo larga en mi opinión– del atraco al banco, que más que excitar, repele. En resumen, piltrafillas, una película muy indicada para una tarde de domingo con una caipirinha a mano.

5 comentarios:

ÁNGEL dijo...

Por seguir con eso de la sinceridad: Supongo que está será otra bazofia de esas niponas con las que llenas el tiempo de la senectud, jajaja. Sin acritud.

King Piltrafilla dijo...

Jajajaja... ¡qué cabrón!, y eso me lo dices el día en el que te alabo un micro. Mandagüebos.

ÁNGEL dijo...

Na, si es por seguir con el jueguecito este de jodernos un poco para animar la fiesta, jajaja. Salud, hermano. Es usted el mejor (pero no me haga de repetirlo tanto, coño).

desdeBenavente... dijo...

Cada fin de semana me sorprendo más.

De dónde coño saca usted esa videoteca tan "original"?. Tengo pendiente un mundo entero por descubrir...

King Piltrafilla dijo...

Jajaja... es el universo piltrafilla.