Before I go to sleep

Ahora le toca a Before I go to sleep, un thriller esrito y dirigido por Rowan Joffe que protagonizan Nicole Kidman, Colin Firth y Mark Strong. El argumento nos cuenta como una mujer se despierta día tras día sin recordar nada de su vida anterior a causa de un accidente ocurrido años atrás. Durante las horas que transcurren de sol a sol, va recopilando información sobre su estado actual, su pasado y lo que pudo haberle ocurrido. Pero al caer la noche e irse a dormir, su cerebro sufre una especie de reseteo y lo olvida todo de nuevo. Es como Atrapado en el tiempo, pero con un Día de la Marmota angustioso y deprimente. Si la de Bill Murray estaba concebida para alegrarle a uno la existencia, esta parece creada para amargársela. Amiguitos, Before I go to sleep es pura tristeza, ni uno de los personajes se ríe hasta el minuto 48'. ¡Eso es más de media película, joder! Sin embargo, tras esas leves sonrisas, el llanto y la angustia no tardan en regresar al argumento. Por lo menos, la acción transcurre en Londres y una escena me ha recordado la mañana en la que crucé a pie la Isle of Dogs desde la parada de Canary Wharf hasta el río y crucé hasta Greenwich bajo el lecho del Támesis. 

Así pues, ¿debéis olvidaros de esta cinta? Bueno, yo no he dicho eso, piltrafillas. Llevaba casi un cuarto de hora de película cuando una idea ha cruzado por mi mente. ¿Y sí...?, minutos después parece confirmarse –¡lo pillé!-, sin embargo no es así, ha sido un engaño del guión. Y luego, otra idea descabellada –es lo que pasa cuando uno tiene la manía de ir buscando la trampa en el argumento-, esta vez, confirmada pasada la hora de metraje. Aunque más tarde, bueno, a lo mejor resulta que... en resumen, que Before I go to sleep es un thriller tramposo y entretenido que sabe contagiar al espectador la desconfianza de la protagonista e irá sembrando la duda en vuestro cerebro con cada giro de la historia. Es por ello que, pese a que se haga lenta a ratos, opino que vale la pena dedicarle vuestro tiempo.