Y, al igual que el pasado lunes me salté esa norma no escrita que desde hace años me obliga a hablaros de cine siempre en tardes de domingo, hoy me limitaré a reseñaros una única cinta en lugar del acostumbrado par. Y es que ineludibles compromisos familiares me han apartado del séptimo arte este fin de semana. Así pues, ¿qué obra cumbre de la cinematografía internacional merece hoy mi recomendación, amiguitos? Pues ni más ni menos que Dear God No!, una una película que recoge a lo bestia el espíritu grindhouse, escrita y dirigida por James Anthony Bickert, algo así como el primo degenerado de Quentin Tarantino. La historia que nos cuenta el argumento es la de los Impalers, una banda de asesinos motoristas que después de matar a todo el que se les cruza por delante -lo que incluye al sheriff del condado- llegan hasta una recóndita cabaña en medio del bosque en la que viven un antropólogo y su hija, y en la que se ha guarecido una pareja –mujer embarazada incluida-, los únicos testigos que pueden acusarles. Conociendo de lo que son capaces los motoristas, ya imaginamos que aquello va a derivar rápido en una orgía de sangre, pero a lo mejor esos criminales no van a salir indemnes. En los alrededores de la cabaña parece morar una especie de Bigfoot y –por si fuera poco-, los dueños de la cabaña no son tan normales como podría parecer a primera vista.
domingo, 13 de octubre de 2013
Dear God No!
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1 comentario:
Lo que me mola de cuanto ve no es el guión ni las actrices ni la fotografía.... tan solo esos culacos y tetorras...
GÑE!
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