Inicio una vez más mis reseñas de cine con una de esas infames a la par que distraídas cintas del realizador y guionista norteamericano Andy Sidaris, responsable de los títulos de esa serie de películas protagonizadas por modelos de Penthouse y Playboy englobadas en lo que el realizador denominó Bullets, Bombs and Babes –yo añadiría Boobs- y que acostumbraban a mezclar unas tramas criminales muy básicas con algunas escenas de softcore y bastantes chicas en bikini o topless. En esta ocasión, The day of the Warrior nos muestra como la agencia gubernamental L.E.T.H.A.L. –comandada por Willow Black, una Julie Strain que a esas alturas ya comenzaba a ser algo madurita para ese tipo de papeles- descubre mientras investiga un asunto de robo de obras de arte y tráfico de diamantes que el objetivo de sus pesquisas –un tipo narcisista al que llaman The Warrior- ha conseguido los datos de los agentes repartidos por todo el país en misiones encubiertas. Sin posibilidad de alertar por radio a los agentes, Tiger, la secretaria de Willow Black –la guapísima Shae Marks-, la misma Willow y el instructor de artes marciales de la agencia, un chino que trabaja en un casino de Las Vegas como imitador de Elvis Presley, se dedican a buscar en persona a sus compañeros y compañeras hasta reunirlos uno por uno y enfrentarse en grupo al malvado Warrior.
domingo, 17 de febrero de 2013
The day of the Warrior
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