Os voy a hablar ahora de una cinta que afrontaba con reparos y que me ha divertido mucho. Se trata de The ABCs of death, un proyecto en el que colaboraron 26 realizadores de diversos países a los que se les pidió que rodasen un cortometraje relacionado con la muerte y con una letra del abecedario. El resultado es un mosaico de minipelículas realizado con mucha calidad, dedicación y seriedad, dos horas de diversión que me han tenido pegado a la butaca y que os recomiendo desde aquí.
El primer corto, el de la
A, lo firma
Nacho Vigalondo y en mi opinión –aunque promete al principio- queda un poco flojo en su desarrollo y conclusión, pero no temáis porque pronto se arregla. Y mucho. Amiguitos, las piezas de
The ABCs of death no son joyas del séptimo arte, pero en menos de cuatro minutos por historia tampoco podemos esperar demasiado. Sn embargo, me he encontrado con verdaderas obras maestra del minigénero. Visualmente muy atractiva y llena de sangre,
The ABCs of death son
frikadas geniales, bizarradas sin parangón –véase
F de
Noburu Higuchi, o cualquiera de las rodadas por realizadores nipones en general-, historias que van de lo cómico a lo aterrador, argumentos siniestros, propuestas inclasificables –no faltan dibujos animados escatológicos ni personajes de plastelina-, algunas púramente esteticistas y otras con altas dosis de
gore.
Evidentemente, en esta ocasión no pienso contaros nada ya que poca sinopsis se puede hacer de cortometrajes de esta duración en los que el argumento ya nos destripa la pieza entera. De hecho –y es todo un acierto- los títulos de los cortos se conocen al final de estos, para que precisamente no nos den idea alguna sobre de lo que versa cada uno. Y eso haré yo también, no daros los títulos. Para mi gusto destacan
B de
Adrian García Bogliano –autor de
36 pasos y
Penumbra, dos largometrajes que ya han visitado este
blog-,
D de
Marcel Sarmiento,
H de
Thomas Cappelen Malling,
I del mexicano
Jorge Michel Grau –el de
Somos lo que hay, ya vista en este espacio-, las cómicas
N de
Banjong Pisanthanakun y
Q de
Adam Wingard,
P de
Simon Rumley –uno de los realizadores de
Little Deaths y autor de
Red, White and Blue, ambas ya reseñadas por este que os escribe- y la gore
X del francés
Xavier Gens, el de
Frontiere(s), otra cinta de las que han pasado por aquí. Mención especial por lo enfermizo de su propuesta merece la incómoda
L de
Timo Tjahjanto. En resumen, que si os gusta el cine, los cortometrajes y el género fantástico tirando a
friki no os la podéis perder bajo ningún concepto. Y de paso, revisar los
links que os he puesto.
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