domingo, 10 de junio de 2012

Iron Sky


Amiguitos, este domingo finalizo mi sesión cinéfila con una comedia friki germano-finesa titulada Iron Sky que nos cuenta como en un futuro no muy lejano, la presidenta de los Estados Unidos envía a un hombre negro a la cara oculta de la Luna como parte de una campaña publicitaria con vistas a conseguir la reelección. Sin embargo, lo que el astronauta –en realidad se trata de un modelo de moda- se encontrará al llegar al satélite es una base militar nazi creada en 1945 por diversos científicos y militares del III Reich que escaparon de la Tierra y en donde una sociedad nazi desconocida para el mundo lleva años construyendo su propia flota con el objetivo de llevar a cabo la invasión de nuestro planeta. Pero para ello deberán visitar la Tierra y conseguir muchos iPhones con la energía suficiente para hacer volar el ingenio destructor nazi definitivo, algo así como la Estrella de la Muerte del IV Reich. Al frente de la misión está Klaus Adler, valiente y joven militar que pretende llegar al poder arrebatándoselo al actual führer Wolfgang Kortzfleisch –papel protagonizado por Udo Kier, el único de los actores al que he reconocido- quien está enamorado de la guapa Renate Richter, la hija del principal científico de la base que a su vez se siente atraída por el nuevo prisionero, el modelo Washington y su piel extrañamente oscura.


Piltrafillas, la idea de esta Iron Sky me pareció muy interesante en cuanto tuve noticia de ella y conseguir esta cinta se convirtió en uno de mis objetivos en cuanto a comentárosla en el blog. Pese a sus carencias, su loco argumento y sus gotas de humor –el leitmotiv de la campaña presidencial con reminiscencias al yes we can de Obama, el wagneriano nombre Göterdämmerung para definir a la gran nave nazi, el regreso de Washington a la Nueva York y la toma de conciencia de su nueva realidad, los acorazados con forma de Zeppelin, la extrañeza de los soldados ante las nuevas tendencias en relación al vello púbico femenino, las sesiones de las Naciones Unidas... y otros pequeños ejemplos de hilaridad-, lo cierto es que el resultado general proporciona la sensación de que se ha cumplido el objetivo, todo un mérito si contamos con que se trata de un producto que se ha financiado en su mayor parte por crowdfunding. En resumen, tenemos una idea original, un guión sólido y un resultado aceptable que convierte a Iron Sky en un ameno subproducto de serie Z de calidad con buenos efectos visuales de CGI y un par de actores –como Peta Sergeant o Christopher Kirby- que incluso resultan creíbles en este cómic sarcástico en el que lo mejor es esa presidenta -¿acaso un sosias de Sarah Palin?- intentando sacar tajada política de la destrucción de su país. Distraída y con momentos que invitan a la sonrisa, aún sin ser redonda del todo es en mi opinión fresca y definitivamente recomendable.

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