domingo, 10 de junio de 2012

Surf nazis must die


Ahora os hablaré de una bizarrada de la infame escudería Troma, una cinta titulada Surf nazis must die que comienza con una arenga de lo más simple: ¿quién manda en las playas?, los surfistas ¿y quién manda a los surfistas?, los surfistas nazis. Con un inicio así, ¿alguien esperaría encontrarse con algo que no fuese la exaltación de la estupidez? No, por supuesto. Y es que la historia que cuenta esta película es la de una banda comandada por un amanerado e histriónico tipo llamado Adolf autoproclamado el führer de la nueva playa que reparte su tiempo entre surfear –la imagen en la que cabalga una ola haciendo el saludo nazi debería aparecer en todo resumen de la filmografía de los 80-, intentar controlar a otras bandas y realizar sus fechorías contra la población al frente de un grupo de surfistas nazis que –tras un devastador terremoto de 8,6 grados en la escala Richter que ha destruído gran parte de Los Angeles- controla el caos que reina en playas del litoral, en donde el aumento de la criminalidad ha sido espectacular y ni la policía se atreve a entrar. En estas que los surfistas nazis asesinan a un empleado de una refinería que intenta evitar un robo mientras hacía footing por el paseo marítimo. Entonces, la madre de la víctima –una anciana que tras perder su hogar estaba alojada en una residencia de la tercera edad- se arma hasta los dientes y abandona el asilo en dirección a la playa buscando venganza.


Piltrafillas, como podéis imaginar, el guión es malo de cojones, las interpretaciones patéticas, la fotografía pésima, el vestuario y maquillaje es de aficionados y he visto películas X con mejor música que la que adorna esta producción de bajísimo nivel. Pero es que Surf nazis must die no pretende ser otra cosa. En ese aspecto es una basura tan disfrutable como una apetitosa hamburguesa grasienta con patatas oleosas, algo de lo que no podemos abusar si no es a costa de acabar con nuestra salud, pero que –de tanto en tanto- puede resultar estimulante. En fin amiguitos, Surf nazis must die es una película más que indicada para pasar una tarde de sábado de ambiente estival caracterizada por el sopor provocado por la falta de sueño... como el que arrastraba yo después de abusar el viernes de cervezas y gintonics hasta las tantas. Lo bueno de ello es que si uno se pierde alguna escena tampoco pasa nada.

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