domingo, 17 de junio de 2012

Daybreakers


Llega el momento de hablaros de cine en el blog con Daybreakers, otra cinta de vampiros –a ver cuando se le ocurre a Hollywood otro tema, porque comienzo a estar saturado- en la que se nos cuenta como en el año 2019 la humanidad se ha infectado por una plaga propagada por murciélagos que los ha convertido en vampiros -con lo que eso conlleva, les mata la luz del sol, no se reflejan en los espejos, no envejecen...- que están utilizando a los pocos humanos que quedan como meros productores de sangre para su alimentación mientras un hematólogo llamado Edward está investigando la síntesis de un sucedáneo que permita la supervivencia de los enfermos y la salvación de los cada vez menos numerosos humanos sanos. El trabajo de Edward es infructuoso –además, investiga para una compañía farmacéutica cuyo objetivo no es precisamente humanitario- pero un día cambia su suerte cuando conoce a Audrey, una humana que le hace entrar en contacto con una especie de resistencia formada por humanos y antiguos vampiros.


Piltrafillas, la verdad es que ya estoy un poquito cansado del tema zombie y el tema vampírico, sin embargo la presencia de Neill, Dafoe y Hawke en esta película me ha hecho arriesgarme a verla. Además, las primeras impactantes imágenes y los cuidados títulos de crédito han sido lo suficientemente interesantes como para hacerme servir una copa de ron colombiano y disponerme a disfrutar de Daybreakers. Y no sé si soy yo sólo, pero eso de que la extinción de los seres humanos no es únicamente el fin de estos sino el de los vampiros que se alimentan de su sangre, y la razón por la que el hallazgo de una nueva fuente de vida salvaría a los pocos humanos ya que no sería necesario matarles pero –lo más importante- aseguraría el futuro de los vampiros... ¿no os parece un paralelismo con nuestro planeta y los medios alternativos de energía? Miradla y ya me diréis si no podéis cambiar escasez de sangre por escasez de petróleo y vampiros sedientos por la humanidad actual ávida de combustible. Así que –desde ese punto de vista- tenemos a una peli de vampiros, con sangre, sustos, persecuciones y disparos que en el fondo no es otra cosa que un alegato ecologista. En resumen, un divertimento palomitero bien hecho, moderadamente interesante –no deja de ser otra manera de presentar a los vampiros más digerible que la ñoñez de Crepúsculo, con ese afeminado al que le brilla purpurina en el pecho cuando le da el sol-, distraído y moralizante... pero perfectamente olvidable.

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