Piltrafillas, esta noche he quedado para cenar con unos amigos de esos impresentables que uno conserva no se sabe muy bien la razón. Sin embargo, como la caja familiar no anda muy boyante, he abogado por reunirnos en casa de alguno de nosotros –por suerte no ha sido la mía- y que cada uno aportase un plato de su autoría para compartir antes del festín alcohólico, verdadero leitmotiv del encuentro. Y es que seguimos siendo unos críos a nuestros cuarentaytantos. Total, que ahora que estoy a punto de entrar en la cocina quiero antes daros la receta de lo que he pensado llevar: Quiche Piltrafien. Como habréis adivinado por el nombre, se trata de una variación de la clásica quiche lorraine –en realidad es la versión con puerro de una quiche vosgienne- que a mi me gusta cocinar para la familia de tanto en tanto y que hoy degustarán mis amigotes. La receta –en internet encontraréis a patadas- no tiene secreto.
Lo primero es poner pasta brisa de Buitoni –o similar- cubierta con papel de aluminio y algunas legumbres encima para evitar que crezca en un molde en el horno a 180ºC durante quince minutos. Luego se quita el peso y el papel, se pinta con huevo y se deja cinco minutos más. En una sartén aparte se fríen tiras o dados de bacon con abundante puerro –hay quien pone cebolla, pero a mi no me gusta tanto el resultado- a rodajas. Luego batiremos cuatro huevos, un poco de sal, pimienta y nuez moscada, un vaso de leche y 200 ml de nata. En el molde de pasta brisa se echa el bacon con puerro, se disponen lonchas finas de queso emmental o gruyère por encima, se añade la mezcla de nata y huevo y se hornea todo a 180ºC una media hora más. El toque final consiste en espolvorear queso rallado con unos trocitos de rulo de cabra y gratinar. Y no sé a vosotros, pero a mi se me ha hecho la boca agua. La verdad es que ahora que voy a ponerme manos a la obra, no sé si llevar la Quiche Piltrafien a la reunión de amigos –seguro que no sabrán apreciarla- o guardármela toda para mi y comérmela en casa mañana tras la resaca.
2 comentarios:
ummmmmm!!! suena muy apetitoso.
Esta es una gran verdad "festín alcohólico, verdadero leitmotiv del encuentro"...hoy me toca a mí!!!
Bueno, bueno... al final no fue tanto. Dos cervezas, vino, chupito de whisky y tres gintonics.
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