sábado, 13 de febrero de 2010

El amanecer de los vampiros








La siguiente película de la que os hablaré comienza con unas imagenes en blanco y negro acompañadas del silencio sólo alterado por el tañir de las campanas. Se trata de un sepelio al que asisten tres mujeres sobrecogidas sin decir ni una palabra. Una de ellas nos mira, como si quisiera advertirnos de algo... y entonces comienza El escalofrío de los vampiros –en nuestro país titulada El amanecer de los vampiros-, con una música psicodélica bastante poco original –a cargo de unos tales Acanthus- y brumas azuladas envolviendo las tumbas de un cementerio. Amiguitos, porque se trata de una cinta de Jean Rollin –una especie de Tío Jess a la francesa- y uno imagina que disfrutará de sangre, erotismo y un argumento de lo más friki, que si no ya hubiese pulsado el stop. Total, que después de aposentarme comodamente con mi copa de ron colombiano me he dispuesto a dar cuenta de tan prometedor plato. En este una pareja de recién casados llega a una pequeña localidad buscando el castillo de unos primos de la novia. Sin embargo, una mujer les dice que el edificio está vacío a excepción de unas sirvientas ya que los dueños acaban de fallecer. Así mismo, les advierte sobre una presencia extraña que está provocando misteriosos sucesos en el pueblo. Sin hacerle demasiado caso y algo apesadumbrados por la noticia de la muerte de los parientes, la pareja llega al castillo y allí dos jóvenes mujeres les reciben conduciéndoles a sus aposentos. Por la noche, cuando la chica se queda sola en su habitación –muy extraño tratándose de unos recién casados en su primera noche de bodas-, del interior del reloj de pared aparece una mujer que acaricia el cuerpo de la joven y se la lleva al cementerio que hay en los jardines del recinto. Al día siguiente, el joven le cuenta a su esposa y a las sirvientas que cree haber visto algo extraño que pretende investigar, pero poco sabe que con esa determinación se está buscando la ruina.




En resumen amiguitos, El amanecer de los vampiros es una mezcla de cuerpos desnudos, ruinas, hiedras, vampirismo, música psicodélica, lesbianismo, sacrificios animales y egiptología de salón en el seno de un castillo habitado por dos científicos amanerados que estudiando a los vampiros fueron mordidos por una de ellas convirtiéndose en miembros de esa sangrienta hermandad. El amanecer de los vampiros es un claro exponente de esas cintas de vampiros con varias gotas de erotismo light, una más de esas frikadas que recomiendo a los piltrafillas que –como este que os escribe- tienen pocas ganas de ejercitar las neuronas un sábado gris por la tarde. Ha sido una buena elección.

1 comentario:

rlfox dijo...

Ja,ja,ja,ja,,,,
(risas histericas)
añado