Ya os he contado en alguna ocasión la extraña obsesión de los japoneses por los tentáculos y el origen de ésta ubicado en la censura de la representación gráfica del miembro masculino. Desde ese punto de vista puedo llegar a comprender la razón por la que se venden tantos manga eróticos o pornográficos –hentai- con esa temática, es decir, que uno ve a una joven colegiala penetrada por un tentáculo y no es necesario estudiar a Sigmund Freud para que nos explique como leer entre líneas. Sin embargo ¿alguien puede sentir algo que no sea repulsión al introducirse en la boca –u otros orificios- anguilas o viscosas extremidades de pulpos crudos? Piltrafillas, la respuesta es que hay gente pa tó. Todo esto que os acabo de explicar me sirve para presentaros el trabajo del friki de Daikichi Amano, fotógrafo japonés habitual de Bizarre magazine que funde en sus provocativas obras diversos elementos de la iconografía tradicional nipona con un toque de naturalismo y mucha, mucha fantasía erótica.
sábado, 15 de agosto de 2009
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1 comentario:
joder que puto asco!! agggg..los japos y los brasileños son muy asquerosos en temas sexuales..
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