La cinta de la que os quiero hablar ahora es The Texas vibrator massacre, una pornoparodia –como podéis suponer- de La matanza de Texas. Sí piltrafillas, una película que nos cuenta la historia de unos amigos que viajan en su furgoneta por Texas cuando toman un desvío y entran en contacto con una familia de caníbales que –no desvelo nada- acabarán con ellos de manera horrible. Al frente de la familia de degenerados incestuosos está un imitador de Leatherface que en lugar de sierra mecánica –ya os digo que la cinta es pornográfica-, con lo que le gusta jugar es con una especie de monstruoso vibrador con el que reventar a sus víctimas femeninas. Los asiduos del blog ya sabréis de mi gusto por el erotismo y la sensualidad así como por el cine gore, pero aún no os había hablado nunca –que recuerde- de pornografía pura y dura.
En realidad no soy consumidor habitual de este tipo de cine –aunque evidentemente no tengo nada en contra de él y esta no ha sido la primera ni la última que vea de este tipo- por eso no encontraréis entradas en este blog dedicadas al género. Lo hago en esta tarde de primavera porque en este caso, más que una de esas aburridas cintas con guiones patéticos en las que se buscan escenarios exóticos para que sirvan de coartada a la sucesión de escenas sexuales, The Texas vibrator massacre es una película gore bastante lograda –poco original, es cierto- que alterna en el argumento escenas de hardporn. Porque sí amiguitos, aunque las imágenes que acompaño no son demasiado extremas –en este blog encontraréis mucha sangre y mucho erotismo pero poca pornografía, que ya sabemos que la comunidad Blogger está llena de meapilas que a la mínima te ponen una marca-, lo cierto es que en esta película de terror, amena y excitante, abundan los primeros planos de prácticas sexuales diversas. En fin, que como delicatessen goreporn no está nada mal y es un estupendo e inaudito homenaje a una de las piezas clásicas del cine de terror de todos los tiempos. Y es que en la vida hay momentos para Ciudadano Kane, El Padrino o El Resplandor... pero también para The Texas vibrator massacre. Vosotros mismos.
En realidad no soy consumidor habitual de este tipo de cine –aunque evidentemente no tengo nada en contra de él y esta no ha sido la primera ni la última que vea de este tipo- por eso no encontraréis entradas en este blog dedicadas al género. Lo hago en esta tarde de primavera porque en este caso, más que una de esas aburridas cintas con guiones patéticos en las que se buscan escenarios exóticos para que sirvan de coartada a la sucesión de escenas sexuales, The Texas vibrator massacre es una película gore bastante lograda –poco original, es cierto- que alterna en el argumento escenas de hardporn. Porque sí amiguitos, aunque las imágenes que acompaño no son demasiado extremas –en este blog encontraréis mucha sangre y mucho erotismo pero poca pornografía, que ya sabemos que la comunidad Blogger está llena de meapilas que a la mínima te ponen una marca-, lo cierto es que en esta película de terror, amena y excitante, abundan los primeros planos de prácticas sexuales diversas. En fin, que como delicatessen goreporn no está nada mal y es un estupendo e inaudito homenaje a una de las piezas clásicas del cine de terror de todos los tiempos. Y es que en la vida hay momentos para Ciudadano Kane, El Padrino o El Resplandor... pero también para The Texas vibrator massacre. Vosotros mismos.
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