Hoy regreso al mundo del automóvil con una marca norteamericana. El coche en cuestión es el Muntz Jet de 1952, un intento fallido de fabricación de un lujoso deportivo norteamericano que pudiese competir con sus coetáneos europeos. El artífice de la breve aventura fue un tal Earl Mad Man Muntz, un tipo que cimentó su fama como vendedor de coches usados en las décadas de los 30 y 40. El hombre –que se trasladó de Illinois a California- vendió decenas de miles de coches y se convirtió en el profesional del ramo más grande de todo el mundo llegando a adquirir la franquicia de los Kaiser-Frazer (colocó 22.000 nuevos en los Estados Unidos).
Pero a principios de los 50 –debido a discrepancias con Henry Kaizer-, Muntz decide fabricar su propio coche aliándose con un fabricante de deportivos llamado Frank Kurtis. Con un diseño de Kurtis como base y elementos de Cadillac y Ford, nació el Muntz Jet, un coche que resultó caro de construir y de resultado poco atractivo para el mercado norteamericano y las industrias del ramo que no mostraron el más mínimo interés por involucrarse en el proyecto. Se supone que hasta 1954, momento en que Munt regresó a su ocupación como vendedor de marcas de terceros, se fabricaron unas cuatrocientas unidades del Jet, lo que tampoco está nada mal. Sin embargo amiguitos –aunque estéticamente me parece un vehículo muy logrado-, hoy en día pocos recuerdan este coche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario