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Este perturbador artista –de los que me encandilan amiguitos- es el pequinés Zhang Peng, un fotógrafo con estudios de pintura que utiliza sus retratos manipulados de niñas para transmitir desazón y un sentimiento muy inquietante de inocencia corrompida y artificial. Como se me hace difícil definirle, os recomiendo que si os llama la atención positivamente –porque seguro que indiferentes no os dejará- busquéis más información. Si os repele, olvidaos de lo que habéis visto. Me gusta mucho piltrafillas, llamadme friki.
2 comentarios:
Son muy curiosas, he pensado que eran muñecas. Mejor me quedo con este pensamiento.
Y entonces me gustarán.
Saludos
Imaginaba que -aunque no acostumbra a comentar mis fotógrafos- de este tipo no podría pasar. Lo mejor es que no son muñecas amiga mía, je je je, ¿a que es inquietante esta visión?
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