Esto es un homenaje a todas nuestras esposas, madres, abuelas o suegras que en estos días de celebración tan centrados en las reuniones familiares alrededor de una mesa más o menos llena de viandas, se han pasado unas cuantas horas en la cocina trabajando para que los demás pudiésemos hartarnos a comer.
P.D. Cualquier semejanza entre la joven de la foto y mi suegra no es que sea pura coincidencia, es que es impensable.
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