Después de un tiempo sin hablaros de coches, hoy le dedicaré una entrada al Crosley. Sí amiguitos, un automóvil que ni consta en las habituales listas de clásicos, ni se trata de un rápido deportivo, ni es lujoso, ni es bonito. De hecho me parece horrendo. Sin embargo, actores como Humphrey Bogart o Gloria Swanson y celebridades como el presidente norteamericano Eisenhower se cuentan entre quienes poseyeron una de estas máquinas fabricada desde finales de la década de los 30 hasta los años 50.
La compañía Crosley Co. fue creada por un industrial de Ohio, dueño del equipo de baseball de Cincinnati y puso en la calle diferentes modelos del Crosley –sedan, pickup, camioneta, descapotable, station wagon..- a cual más feo. Sin embargo, el racionamiento del combustible que penalizó durante la segunda Guerra Mundial a la práctica totalidad de marcas de automoción no hizo mella en Crosley, ya que esos coches eran muy económicos desde el punto de vista del consumo.
Esa fue la verdadera razón por la que este coche se convirtió –sin ser un clásico- en un pequeño mito de la historia del automóvil norteamericano.
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