Queridos piltrafillas, no os toméis esto como una de mis recomendaciones. En realidad, aunque he clasificado la entrada con la etiqueta de CINE tiene muy poco que ver con éste, al menos como yo lo entiendo. La película que he visto esta mañana se titula Action Girls 4, lo que ya os explica que existen tres predecesoras de igual título y posiblemente –tampoco es que haya investigado mucho- varias secuelas. Veréis amiguitos, actiongirls.com es una web dedicada a la pornografía creada por un tal Scotty JX, un genio visionario de la informática que un buen día abrió la página y se convirtió en director de cine con la idea de proporcionar al público masculino adulto algo que según él parecía predestinado al éxito: acción y erotismo. La cinta comienza con un rótulo que reza “Action Girls es más que una página web y una serie de películas... es un mundo”, algo que nos da la dimensión de autocomplacencia del tipo ese. En fin, que si en ocasiones os he explicado que hay películas en las que el pobre argumento no es más que una excusa para intercalar imágenes de sexo más o menos explícito, en este caso no se puede decir lo mismo. Y es que en Action Girls 4 no existe argumento alguno.
Comienza la historia y vemos a unas bailarinas de barra vertical contoneándose en un local de carretera cuando de pronto entra en escena una chica armada con una escopeta y liquida con inusitada violencia a todo el que pilla. Luego...., luego nada amiguitos, porque lo que sigue ya no tiene relación alguna con lo anterior. Una hípersiliconada y escultural joven que deambula por unos preciosos jardines huyendo de no se sabe qué o quien, acaba quitándose la ropa para acariciar su cuerpo. Le sigue una patinadora que llega a un parque de atracciones y nos ofrece un sensual baile en la pista de los autos de choque para luego dispararle a un tipo que había por allí. Y así se van enlazando escenas en las que bellas actrices –es un decir- del género como Erica Campbell, Susana Spears, Sylvia Saint o Veronica Zemanova se nos muestran desnudas, acariciando cada centímetro de su cuerpo y dejando cadáveres a su paso, verdadero softporn de alto voltaje con el añadido friki de unas escenas de acción que –todo hay que decirlo- están metidas con calzador y son del todo simples y poco creíbles.
En resumen, disparos, explosiones, música electrónica, hard rock, deportivos, contoneos, enormes pechos, nalgas redondas, piel húmeda y autosatisfacción, el típico material para..., bueno, ¿para qué se ruedan y publican este tipo de películas amiguitos? Se trata de un producto rodado en algún país del Este de Europa por lo que el dinero invertido en todo el proyecto no debe haber sido excesivo. Todo un negocio para el tal Scotty. Eso sí, está rodada con cierto interés y gusto estético, no hablamos de cutrerío o escenografía casposa. Sin embargo, -si tenéis curiosidad- con que os miréis tres o cuatro de las historias que aparecen en este volumen tendréis más que suficiente para haceros una idea del conjunto. Yo, piltrafillas –responsabilidad obliga- he tenido que verla entera para poder confeccionar esta entrada. Y es que en el blog del King Piltrafilla semos profesionales.
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