domingo, 1 de febrero de 2009

El sexo está loco


Y como hoy entregan los premios Goya correspondientes a 2008 y el premio honórífico de la academia española recaerá sobre Jesús Franco, le voy a dedicar mi última entrada cinéfila del fin de semana a este prolífico realizador español reconocido internacionalmente, quien ha utilizado también el pseudónimo de Jess Franco –entre muchísimos otros como director, guionista o autor de la música de sus cintas- y a quien sus simpatizantes conocemos simplemente como el Tío Jess. Al pobre parece que no le quedan demasiados inviernos. Y aunque no es la primera vez que os hablo de él –ni de sus películas- en esta ocasión he escogido una de sus películas más “raritas” y discutidas.




Amiguitos, os seré sincero. El sexo está loco es lo más bizarro que he visto en mucho tiempo, y eso que de películas infumables vamos servidos en el blog. Así pues, por qué –os preguntaréis- a un friki como yo, acostumbrado a recomendar películas de lo más casposo, se le ocurre advertirnos de ello en esta ocasión. Vosotros mismos. Veréis, comienza la pelicula y vemos a unas mujeres pintadas en purpurina desfilar por la pantalla totalmente desnudas mientras una voz en off va diciendo chichi y pito.... y convoca a lo que se supone son extraterrestres a fecundar –en 9 segundos- a una terrícola, ¿os parece raro?...¡pues aún no habéis visto nada! Piltrafillas, no olvidéis que el autor del desaguisado es el Tío Jess y si muchas veces lo bueno de las peliculas de Jesús Franco es que uno ya no espera gran cosa de ellas a nivel argumental -se trata de pasar un rato distraído y de ver carne femenina desnuda en escenarios más o menos absurdos- esto ya es demasiado.



Claro que hay ocasiones en las que un argumento supuestamente estúpido oculta bajo su superficie –al menos en la voluntad del director- ciertos objetivos algo más elaborados. Y ese parece ser el caso de esta inclasificable obra de falsos extraterrestres, intercambio de parejas, personajes con nombres tan frikis como “Flannagan” o “Gutiérrez”, villanos argentinos y sacrificios ofrendados a San Cucufate. En el fondo todo parece ser una película sobre el rodaje de otra u otras películas pornográficas. De hecho, hay varias escenas en la que se ve al cámara y al realizador de éstas reflejado en un espejo. En otro momento de la película la actriz se gira y pregunta si una frase la tenía que decir ella o su compañera, entrando en cuadro el director –el propio Jesús Franco- dando órdenes.



Hay quien dice que el Tío Jess quiso ridiculizar con esta película rebosante de sexo y diálogos sin sentido al cine erótico español de la época –las célebres cintas softcore que en nuestro país se denominaron “clasificadas S”- pero también hay críticos que han querido ver en El sexo está loco un producto surrealista carente de guión, en la línea de lo que hacían Buñuel o Godard. Lo dicho, es lo más friki que he visto de un realizador ya de por sí friki. O la amaréis por ser lo más extraño que os hayáis llevado a la cara o la recordaréis por ser la bazofia más grande que os hayáis tragado, lo que es seguro es que esta obra no os dejará indiferentes.

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