Piltrafillas, hacía semanas que no os hablaba de alguna película en este espacio y para la ocasión os traigo esta enorme palangana de guano. Sí, amiguitos, porque eso es lo que es Gomia, terror en el mar Egeo aka Antropophagus. Dirigida por Joe D’Amato aunque coescrita y coproducida junto a George Eastman –aunque en los títulos de crédito utilizan sus verdaderos nombres, Aristide Massaccesi y Luigi Montefiori– este despropósito, mezcla infame de slasher y cine con zombie caníbal, ha alcanzado el estatus de culto sin que se sepa muy bien la razón. Y es que quitando un par de escenas sobre un supuesto feto y unos intestinos que en Gran Bretaña crearon una controversia muy bien aprovechada –aquello de que hablen de nosotros, aunque sea mal–, la verdad es que a la película no hay por donde cogerla.
Protagonizada entre otros por el mismo Eastman, Severio Vallone, Serena Grandi, Margaret Mazzantini y la norteamericana Tisa Farrow, el argumento nos explica cómo un grupo de amigos que cogen un velero para navegar por el Egeo recalan en la pequeña y coqueta isla de Gomia para descubrir que sus habitantes han desaparecido. Un extraño ser parece haber acabado con todos y se dedicará a asesinar a los protagonistas, incluyendo a una joven embarazada. Lo dicho, una película bastante infumable, con efectos de maquillaje patéticos, un guión que no se sostiene, unas interpretaciones de puta pena y una calidad técnica horrorosa. Pero, ay amigos, una mierda tan jodidamente ridícula tiene por fuerza que despertar vuestras pasiones más bajas, así que estáis emplazados a buscarla y disfru... bueno, a verla.
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