Los Pastelitos de arroz, que no llevan arroz, son típicos de Bilbao, algo que hasta hoy no sabía. Y si no llevan arroz –os preguntaréis– ¿por qué se llaman así? Pues he podido leer por internet dos versiones. La una es que la receta la llevaron a Euskadi marineros que habían pasado por las Filipinas, donde parece ser que está el origen de estos pasteles entre cuyos ingredientes estaba la harina de arroz. Aquí se sustituyó esta por la de trigo, pero se dejó el nombre. Otra versión es que en Bilbao son capaces de cualquier cosa, hasta de hacer una receta sin el ingrediente principal. Sea cual sea la realidad, llamaron mi atención lo suficiente como para atreverme a hacerlos. Y valió la pena. La receta que os traigo no es mía, aunque es tan fácil de hacer y tan delicioso el resultado que no me he podido estar de dedicarle una entrada. En realidad, supongo que al ser un postre tradicional, la receta no es propiedad de nadie aunque yo he seguido las instrucciones de @JabierGS (Jabi de Moria en Twitter), que no es bilbaino sino de Donostia. Él sustituye la harina por maicena, supongo que para hacer apto el pastelito para celíacos.
Se pone en un bol un vaso de leche, dos huevos, cinco cucharadas de azúcar, cinco de maicena, 100g de mantequilla fundida y 200ml de nata para montar. Luego lo batimos bien con la batidora haciendo que coja aire. Untamos moldes para horno con mantequilla y disponemos en cada uno una oblea para empanadillas con cuidado de que no se rompan y haciendo que formen recipientes. Vertemos la mezcla en cada uno –a mi me dio para diez– y los ponemos al horno a 180ºC durante 40 minutos.
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