Hoy os presento la italiana La casa della paura –algo así como La mansión del terror– que sin embargo tuvo el título internacional de The girl In room 2A. Dirigida por el actor y guionista norteamericano William Rose, fue protagonizada, entre otros, por Daniela Giordano, Brad Harris, John Scanlon, Angelo Infanti, Giovanna Galletti, Rosalba Neri –una pena que aparezca en dos o tres escenas únicamente a lo largo de la película– y Raf Vallone. Esta especie de giallo descafeinado y falto de ritmo cuenta cómo una joven llamada Margaret que ha pasado un tiempo en prisión acusada de posesión de narcóticos –al parecer es inocente y estaba en una fiesta en la que alguien había llevado pastillas y marihuana– se aloja en la pensión de una tal Señora Grant, amable mujer que vive junto a su hijo Frank. Durante los títulos de crédito ya hemos visto como alguien ha matado sádicamente a una mujer y después ha tirado su cuerpo por un acantilado y más tarde veremos como un hombre, amigo de Frank, es asesinado en casa de este y su madre por un misterioso encapuchado y sus secuaces. Margaret, que ha encontrado manchas de sangre en su habitación, siente que en aquel lugar pasa algo extraño por lo que va a pedir a Alicia, la asistente social, que le busque otro alojamiento mientras pasa su libertad condicional. Justo entonces aparece en escena el hermano de la joven cuya muerte se ha hecho pasar por un suicidio.
La verdad, amiguitos, es que la historia de esta La casa della paura, pese a no ser un prodigio de originalidad, no deja de ser interesante como entretenimiento giallesco. Es decir, lo sería si al llevarla a la pantalla se hubiese hecho de otra manera. Lo tenía todo para haber sido una película estupenda, una secta malvada con asesino encapuchado, crímenes, jóvenes víctimas, la presencia de Raf Vallone... pero no se aprovechó la oportunidad. Los asesinatos –tres mal contados, ya que uno ocurre en los títulos de crédito– están mal rodados, la única escena erótica está mal resuelta y las interpretaciones tampoco es que sean nada del otro mundo, además de desaprovechar completamente a una Rosalba Neri cuya participación en la cinta es un mero reclamo. En resumen, que William Rose –me parece que esta fue la última película que rodó– perdió la oportunidad de dejar para la historia un título de culto y facturó un producto fallido que a pesar de no ser una completa basura le deja a uno con la sensación de que es muy pero que muy mejorable. De todas formas, sabéis que siento debilidad por estas cosas y se me hace difícil no recomendaros su visión, aunque sólo sea una vez.
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