Inauguro la semana con Alex Alford, un talentoso artista que desde su infancia siempre se recuerda dibujando sobre cualquier hoja de papel que caía en sus manos, se declara pintor de paisajes humanos y está fascinado por las montañas, ríos o prados que nuestros cuerpos le muestran y él intenta capturar. Formado casi de forma autodidacta entre las clases particulares de dibujantes retirados de la industria del automóvil, la Ringling School of Art and Design de Sarasota y numerosas visitas a museos de Europa –declara que considera al Louvre como un segundo hogar–, tras tocar en una banda llamada The dead poets, formar una familia y crear una empresa de análisis de datos, finalmente abrió su propio estudio en Asheville, la localidad en la que reside.
lunes, 2 de noviembre de 2020
Alex Alford
Inauguro la semana con Alex Alford, un talentoso artista que desde su infancia siempre se recuerda dibujando sobre cualquier hoja de papel que caía en sus manos, se declara pintor de paisajes humanos y está fascinado por las montañas, ríos o prados que nuestros cuerpos le muestran y él intenta capturar. Formado casi de forma autodidacta entre las clases particulares de dibujantes retirados de la industria del automóvil, la Ringling School of Art and Design de Sarasota y numerosas visitas a museos de Europa –declara que considera al Louvre como un segundo hogar–, tras tocar en una banda llamada The dead poets, formar una familia y crear una empresa de análisis de datos, finalmente abrió su propio estudio en Asheville, la localidad en la que reside.
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