Spider-man: Homecoming (2017)

Amiguitos, ayer tuve una de esas sesiones de cine marveliano con mi hija que fue positiva principalmente por la compañía de esta, porque el resto de factores que incidieron en la visión de Spider-man: Homecoming me resultaron algo decepcionantes. Desde siempre, uno estaba acostumbrado a visitar en verano las salas de cine y pasar unas horas convertido casi en pingüino por lo fuerte que estaba el aire acondicionado. Sin embargo, últimamente me estoy encontrando en que en diversas salas –y de distribuidoras diferentes– el calor es insoportable. Si a eso le sumamos que la acción trepidante que encontramos en las cintas de Marvel brilla por su ausencia en esta entrega dedicada al trepamuros, bueno, pues lo dicho, que tengo que quedarme en que pasé un rato compartiendo afición junto a mi hija... y a otra cosa mariposa, que en unos meses llegará Thor: Ragnarok. 

Y es que, dirigida por Jon Watts –al que ya conocíamos en este blog por haber dirigido Cop car, vista aquí–, Spider-man: Homecoming nos muestra a un jovencísimo Peter Parker que vive en casa de su tía May –del tío Ben no se habla–, va al instituto, está enamorado de la chica más guapa de su clase y lucha contra en crimen en Queens, esperando que Tony Stark le llame para que se una a los Vengadores. Así, exceptuando algunas peleas con el Buitre y su banda, lo que realmente tenemos en pantalla es una película de adolescentes nerds en la que la violencia es muy light y no encontramos ni un atisbo de humor adulto. Y aunque lo cierto es que Tom Holland no lo hace mal, quien realmente realiza una interpretación estupenda es Michael Keaton, lo que era de esperar. Marisa Tomei cumple, aunque su aparición es mínima, y Robert Downey Jr. aparece testimonialmente. Ni os hablo ya del fugaz paso por pantalla de Gwyneth Paltrow, solo superado últimamente por la aparición de Andy García en Passengers. Lo mejor de todo es el giro de guión que, pese a no tener nada que ver con la historia oficial de los comics, a mi me sorprendió y propició la que en mi opinión es la mejor escena de toda la cinta. Atentos a ella y a la última escena postcréditos.