El contable

La película de hoy es El contable, un thriller de Gavin O’Connor –el de La venganza de Jane, también reseñada aquí– protagonizado por Ben Affleck. Lo que se nos cuenta es como un inteligente contable con síndrome de Asperger, una memoria excepcional y extraodinarias dotes para las matemáticas llamado Christian Wolff lleva una doble vida como gestor privado desde una sencilla oficina de un centro comercial y como consultor financiero para asesinos, narcotraficantes y delincuentes diversos, desde Tel Aviv a Tokyo pasando por Teherán o la Camorra napolitana. Mientras el agente Ray King (J.K. Simmons) del Departamento del Tesoro le sigue la pista con la colaboración de una agente que le ha intentado ocultar un pasado criminal dispuesta a rehacer su vida (Cynthia Addai-Robinson), Wolff acepta un caso alejado de los círculos criminales. Dana Cummings (Anna Kendrick), contable de una empresa de robótica especializada en electrónica de consumo, prótesis biomédicas y drones para el Departamento de Defensa, ha descubierto en los libros de cuentas el rastro de una desviación de dinero que se repite desde hace tiempo. En un tiempo record, Christian descubre el agujero y calcula el importe total que ha sido retirado fraudulentamente de la empresa. 

Pero, cuando está llegando al final de su investigación, el director financiero es asesinado y el dueño de la compañía le despide antes de que pueda confeccionar su informe, algo que Christian no puede aceptar. Si una cosa le obsesiona es finalizar aquello que comienza. Por otra parte, vamos conociendo retales del pasado de Wolff y descubrimos que no sólo es un estupendo contable, también es un implacable asesino. Amiguitos, no sé si es que con los años baja mi nivel de exigencia pero la verdad es que El contable me ha gustado mucho. ¿Que Affleck no es Al Pacino?, y qué, ¿que la pretendida sorpresa de guión final se espere desde el principio?, no importa. No os engaño si os digo que la película es muy entretenida, está bien hecha y cumple el cometido de hacerle pasar a uno un buen rato durante sus dos horas de metraje. Así pues, no me queda otra que recomendárosla.