Amigos, los seguidores de mi blog ya habéis podido leer en alguna ocasión acerca de la primera vez que escuché a este tipo, a mediados de los 80. Recuerdo perfectamente -ya os lo expliqué aquí- como, tras comprar en Castelló de la calle Tallers el Fatal Portrait, llegué a casa, me encerré en la habitación y me tumbé sobre la cama dispuesto a disfrutar de él mientras examinaba la funda interior y la carátula, que era lo que se hacía antes cuando los vinilos reinaban sobre la Tierra. El artífice del álbum en cuestión era Kim Petersen, un músico danés vocalista de Mercyful Fate y más conocido como King Diamond.
Tras editar con ellos los míticos Melissa y Don’t break the oath, King decidió iniciar una carrera en solitario junto a Michael Denner y Timi Hansen, dos de sus compañeros en los Fate, más el guitarrista Andy LaRocque y el batería Mikkey Dee que dieron como fruto el single No presents for Christmas y el mencionado Fatal Portrait.
A este fabuloso disco siguieron los no menos fantásticos Abigail, “Them”, Conspiracy y un The Eye que no obtuvo demasiado apoyo de la discográfica, provocando la disolución de la banda tras un periplo musical a lo largo del cual los King Diamond sufrieron diversos cambios de formación, exceptuando el binomio Diamond/LaRocque y la participación recurrente de Roberto Falcao como teclista y coproductor ocasional. En ese momento, King refunda Mercyful Fate y edita con ellos un par de álbumes.
Sin embargo, a finales de 1994, King decide volver a encender la llama de su proyecto personal junto a LaRocque y edita el cedé del que hoy os quiero hablar y que este mismo mes ha cumplido veinte añitos. Me refiero a The spider’s lullabye, para el que recluta a Herb Simonsen en la segunda guitarra –aunque, como es habitual en la banda de King, se repartirá los solos con LaRocque–, a Chris Estes al bajo y teclados –compartiendo la labor con el propio King Diamond, que también se atrevió con el clavecín– y a Darrin Anthony a la batería.
Grabado en The Dallas sound lab studios por King y Tim Kimsey, con la colaboración de Andy Larocque, The spider’s lullabye salió a la venta a través de Metal Blade, y fue el primer álbum desde Fatal Portrait que no era completamente conceptual, aunque varios temas del disco seguían una historia común. La portada era de Brian J. Ames y el diseño de la edición digipack –que es la que poseo– corrió a cargo de Trash-Max.
En cuanto a los temas, hay poco que analizar. Al igual que AC/DC, King Diamond es dueño de un sonido distintivo que –gracias a sus juegos de voces y la presencia a su lado del leal Andy Larocque– otorga a sus obras una pátina sónica distintiva en la que sólo cabe decir si el resultado está por debajo de lo que esperamos de él o sigue los dictados de sus mejores trabajos. Y creedme amigos, este cedé es de los segundos. Así pues, os dejo el listado completo de temas y una selección con mis canciones favoritas, entre las que destaca muy por encima The poltergeist, seguida de Room 17 y The spider’s lullabye.
Track list completo:
From the other side
From the other side
Killer
The poltergeist
Dreams
Moonlight
Six feet under
The spider’s lullabye
Eastmann’s cure
Room 17
To the morgue
¡Feliz fin de semana!
©King Piltrafilla
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
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