domingo, 19 de octubre de 2014

The november man


Doy inicio a mis reseñas con una película titulada The november man. Se trata de una producción norteamericana protagonizada en sus papeles principales por el irlandés Pierce Brosnan y la ucraniana Olga Kurylenko que nos cuenta la historia de Peter Devereaux, un agente de la CIA retirado del servicio activo en Lausana después de una operación en la que se produjo una víctima infantil. Un día recibe la visita de un compañero en la Agencia que le enseña un dossier que demuestra que Arkady Federov, antiguo agente ruso que desea presentar su candidatura a la presidencia de la Federación Rusa está eliminando a los compañeros con los que se relacionó en el pasado, asesinos como él y el propio Devereaux. Natalia, una agente doble en la que Devereaux parece tener un interés personal y que ha logrado infiltrarse en el gabinete de Federov, ha pedido a la CIA que la saque de Moscú a cambio de un nombre de vital importancia para la seguridad de la Agencia. La operación acaba torciéndose de manera dramática. Sin embargo, Devereaux consigue el nombre, que corresponde a Mira Filipova, una refugiada de la guerra de Chechenia. Alice Fournier, una asistente social que trabaja en Belgrado con prostitutas, drogadictas y víctimas de abusos parece ser la única persona que tiene una relación pasada con la desaparecida Filipova y se ve envuelta en una operación en la que los rusos, la CIA y el propio Devereaux la buscan, aunque sólo este último esté interesado en mantenerla con vida con objeto de que le dé las respuestas que necesita. 


Piltrafillas, The november man es un thriller de espías más que aceptable, con chica guapa, agente veterano y un pupilo que le sigue los pasos a este, persecuciones en coche, disparos, acción, corrupción, engaños, asesinatos y un Brosnan que –pese a sus más de sesenta años- aún nos creemos como agente secreto. The november man es una película sobre la que no había leído unas críticas demasiado buenas –aunque tampoco la destrozaban, es verdad- pero que a mi me ha parecido muy entretenida. Crecí leyendo a Greene, Forsyth y Le Carré así que este tipo de argumentos, por muy manidos que parezcan y por mucho que te imagines las trampas que esconden, me distraen y me atrapan. Así amiguitos que ya lo sabéis, si os pasa como a mi, esta es una de esas películillas que –aunque no sean imprescindibles- os harán pasar un buen rato. 


Y como no podía ser de otra manera –mis lectores no me lo hubiesen perdonado-, aquí tenéis un bonito retrato de Olga.

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