De vuelta en ZRS con mi sección –ya parezco Belén Esteban- dedicada a las reseñas de mis cedés, escojo para este particular Friday of May –cutre juego de palabras, lo sé-, en el que me ha dado por hablar del guitarrista londinense en varios sitios, a su álbum en solitario de 1992, el titulado Back to the light. Hay que decir que el disco es una especie de monstruo de Frankenstein en el sentido en que está hecho a trozos, se supone que en descansos de grabaciones de Queen o cuando a Brian se le ocurría alguna idea que por lo que fuese no era utilizada por la banda. Así, las canciones están grabadas en Londres entre 1988 y 1992 –momento en que Parlophone records editó el cedé para Europa, en Estados Unidos saldría al año siguiente con otra portada- con producción del propio May y Justin Shirley-Smith. Sin embargo, estos temas contienen material grabado en estudios variados con productores e ingenieros diversos de Inglaterra... e incluso en Montreux.
May cantó, hizo los coros, tocó guitarras, bajo, percusión, sintetizadores y teclados e incluso la batería –o eso o hay temas en los que utilizó músicos de sesión no acreditados- y se hizo ayudar oficialmente por Cozy Powell y Geoff Dugmore a la batería –con el primero, además, coescribió un par de temas-, por Gary Tibbs, Neil Murray y John Deacon al bajo y por Mike Moran y Don Airey a los teclados y piano.
El track list fue:
The dark
Back to the light
Love token
Resurrection
Too much love will kill you
Driven by you
Nothin’ but blue
I’m scared
Last horizon
Let your heart rule your head
Just one life
Rollin’ over
El álbum comienza con The dark, un inicio instrumental con pinta de nana y guitarrazos de May demostrando que es un viejo rockero, aunque con ese toque grandilocuente a lo Queen y arreglos de sintetizadores. Back to the light -el tema título- es un hard rock melódico con un montón de coros y guitarras, al que también puedo imaginar perfectamente en un álbum de la Reina. Sigue Love token, menos pulida, más directa y más rock’n’roll, con melodías que me recuerdan al –no os llevéis las manos a la cabeza- Hooligan’s holiday de Mötley Crüe con John Corabi. Resurrection está coescrita con Cozy Powell –lo que, tan solo comenzar el tema, ya se nota- y tiene unos teclados y una melodía que me recuerda a Whitesnake en algunos momentos. Las guitarras de May también reinan sobre todo el tema.
Too much love will kill you es una preciosa balada que también podemos encontrar en el Made in Heaven de Queen, con Mercury a las voces y aunque esta versión original de May es más básica, desnuda y despojada de arreglos, la de Freddie –por lo que supone al ser de los últimos temas que grabó y porque su voz es más potente que la de Brian- es mucho más emocionante.
Driven by you es otro rock resultón, con coros y guitarrazos y con el típico sonido de May, aunque pasará a la historia como la música del anuncio de Ford. Y es que de este tema existen varias versiones, una de las cuales sirvió como banda sonora de un spot publicitario de la mencionada marca de automóviles. La breve y exquisita balada Nothing but blue es otro de esos temas en los que me imagino perfectamente la voz de Mercury y el segundo del álbum en el que colabora Cozy Powell. Precioso y con el protagonismo de la guitarra de este magnífico músico que junto a sus compañeros de Queen deberá figurar para siempre en lo más alto del Olimpo de los músicos británicos. I’m scared es otro de de esos temas rockeros en los que esta esponja llamada May recoge sus múltiples influencias y las junta en una canción directa y simple, con su guitarra dominando la melodía. Last horizon es una bonita instrumental, cuyo riff principal me recuerda –salvando las distancias- al del Lipstick traces de Schenker y Let your heart rule your head rompe un poco la uniformidad estilística del álbum –en realidad la rasga, trincha y machaca- acercándonos más al terreno del bluegrass que al hard rock. Para acabarlo de arreglar, Just one life es una baladita prescindible que –en mi opinión- no era lo más indicado para levantar el ánimo después de la pieza anterior. Por suerte, el álbum finaliza con una versión del Rollin’ over de los Small faces (en realidad, el cedé fusiona el final de este tema con la melodía del inicio del álbum, en un cierre de círculo que invita a escucharlo de nuevo).
Como anécdota, deciros que en este Back to the light también tendría que haber aparecido la canción Headlong. Sin embargo, May pilló a Mercury cantándola y decidió que debía grabarla la banda al completo, acabando –como sabéis- en el Innuendo.
En resumen, un álbum que ningún amante de la música rock y –por supuesto- seguidor de Queen debería perderse. Fantástico, aunque con los matices comentados. Os acompaño clips de la grabación al completo, de la versión del Driven by you aparecida en spot publicitario de la Ford británica y del clip original del Rollin’ over de los Small faces.
¡Feliz fin de semana!
© King Piltrafilla
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
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