El sábado por la tarde di un paseo por la ciudad y acabé en un establecimiento de comida china en el que aproveché para comprar unas cuantas bolsas de noodles de varios tipos y unos hashi para cuando me da por comer fideos al estilo oriental. Y ya que estaba, me decidí por comprar un bol de sopa instantánea de fideos de arroz, de esas que llevan varias bolsitas junto a los fideos y en las que se echa agua hirviendo mezclando todos los ingredientes. Química pura, vamos. Como me parecía poco, le eché unas gyôza de cerdo hervidas para darle al plato algo de consistencia y me lo zampé. ¿La verdad?, nunca más comeré sopas de esas y estoy por tirar a la basura las gyôza que me quedan... pero es que en cuestión de comida me gusta probarlo todo piltrafillas.
lunes, 15 de octubre de 2012
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3 comentarios:
Nch!
Nch!
Nch!
Yo compro (mi ninio) en un establecimiento japones alguna que otra y macho, vaya si se nota la diferencia...
He descubierto una sabor ternera que tiene un toque picante y viene en un bol de forespán que me tiene loco.
Gracias a ella entendí como algún oriental puede basar su dieta en sopas instantáneas.
La leyenda dice que uno no puede tomar más de una de estas sopas al mes, o corre peligro su salud.
¿Quiere creer que en la tienda de los chinos vendían garras de pollo?
¡Garras de pollo!, eso que cuando compras en la tienda siempre te cortan y tiran al cubo... ¡es el cubo del local de alimentación oriental!
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