Hora

Mi primera reseña cinematográfica de hoy corresponde a una decepcionante cinta noruega titulada Hora, una de esas violentas películas del género rape and revenge que tan poco originales nos resultan a los que ya hemos visto unas cuantas de ese tipo. De hecho, en este espacio ya os he hablado de unas cuantas, desde I spit on your grave –la buena, la de 1978 y no la de reciente estreno- a la argentina No moriré sola. Pero todas, lo que incluye a esta Hora, parecen calcos de la mencionada ISOYG. De hecho, en aquella una joven e independiente escritora se disponía a pasar un tiempo en una cabaña cercana a un lago, alejada de la civilización para concentrarse en su nueva novela, pero unos típicos y tópicos paletos de la zona la violarán con saña, dando al traste con sus deseos de paz y tranquilidad. En la de hoy, una joven escritora llamada Rikke se retira a la casa familiar –su madre ya ha fallecido- para escribir una novela, pero uno de los tipos del pueblo –al parecer, un perturbado que en la infancia estaba enamorado de ella- no deja de acosarla y acabará violándola con la ayuda de dos frikis. ¿Os suena verdad?

En Hora podemos considerar atractivos –abusando de la buena voluntad- algunos aspectos, como que la acción se desarrolle en Noruega –que no es precisamente un escenario habitual en nuestras pantallas- y la crudeza de un par de imágenes, algo más violentas que las de la original en la que parece estar más que inspirada. Sin embargo, dejando a un lado esto y algunos experimentos de lo más banal como que en la cinta se alternen pasajes en blanco y negro con un objetivo no muy claro –si el realizador quería hacer un ejercicio de estética, no lo consigue-, lo cierto es que la película es bastante lenta en su primera mitad, poco clara en su desenlace -¿quién coño es la mema de la bicicleta?- y resulta muy poco original analizándola en su totalidad. La fotografía tampoco es que sea gran cosa y en mi opinión, ni la protagonista –una actriz porno llamada Isabel Vibe- tiene carisma, ni el resto de interpretaciones merecen siquiera llamarse así, ni la torpe puesta en escena de un argumento ya manido justifica que os recomiende su visión. Hora pretende impactar y –salvo en un par de momentos en que lo consigue por lo crudo más que por gore- lo que resulta es cansina. Hacedme caso y –si no lo habéis hecho ya- conseguid I spit on your grave: Day of the woman (1978), que es mucho mejor.